Marshell Ordóñez tiene 21 años y es la aspirante 1.015 del pelotón Alfa 1, de la promoción 46 de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Ella junto con más de mil jóvenes realizaron el curso por más de catorce meses; sin embargo, al terminar, les anunciaron que no existía la partida presupuestaria para que sus cargos fueran asignados y que no podían formar parte de la institución.
La mañana de este viernes, 9 de septiembre, aproximadamente 500 aspirantes formaron una escuadra larga frente al Palacio de Carondelet para reclamar al Gobierno, en especial al primer mandatario.
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“Señor presidente Guillermo Lasso, somos de la promoción 46 de la CTE. Hemos terminado nuestra formación. Cumpla con nuestras plazas de trabajo. Queremos presupuesto”, gritaban en las escuadras de los uniformados, de camisa blanca y pantalón azul.
Varios padres de familia y representantes también acudieron a la plaza de la Independencia con carteles en los que pedían que se emita una respuesta este día; o, si no, ofrecieron mantenerse bajo resistencia, aparte de iniciar acciones legales contra el Estado.
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Wilman Palacios viajó desde Milagro hasta la capital. El padre de uno de los aspirantes afirma que la deuda ha pasado los $ 13.000 y que todos tienen deudas en bancos y cooperativas de ahorro; incluso, algunos habrían obtenido dinero por el sistema de “chulco”.
Moisés Bravo, otro de los aspirantes, puntualizó que lo único que solicitan es que el Gobierno responda sobre el presupuesto para laborar, porque sin eso no pueden ingresar a la CTE.
Entre los gastos que han realizado, detalló que en la preselección pagaron $ 120 de polígrafo, $ 500 en pruebas médicas, un seguro médico de $ 350, en cama y colchón $ 280.
Además, para el ingreso al curso pagaron $ 1.200 en uniformes y un mensual de $ 525, que se dividían en $ 300 para el rancho (alimentación) y $ 225 para el instituto en el que estudiaron una carrera de tercer nivel.
Durante las últimas semanas, aspirantes de varios cantones han realizado reclamos para que el Gobierno atienda su pedido de que se los incorpore a la entidad.
Anabel Mosquera viajó desde Milagro a reclamar junto a su hijo y familiares que forman parte de esta promoción. “Desde la CTE no nos dan respuestas, solo nos dicen que la solución está en Quito, por eso vinimos para acá, para reclamar el derecho al trabajo, después de la formación que tuvieron”, agregó.
Ángel Sarango también acompañó a su hijo, portando un cartel reclamó que su deuda es cercana a los $ 14 mil. “Es incomprensible como no se da solución, son jóvenes preparados (...) queremos el cambio en la CTE, aquí está la solución ¿por qué no dar cabida a personal capacitado con un título por primera vez en la historia”, aseveró.
La CTE aún tiene competencia en algunas provincias del país, donde los municipios no han asumido este rol. (I)