La técnica de la estimulación de lluvias se estaría aplicando en Ecuador desde este miércoles 24 de abril, según el ministro encargado de Energía y Minas, Roberto Luque, para enfrentar la crisis energética. Se trata de una medida para precipitar la lluvia artificialmente en temporadas de sequía, y consiste en liberar moléculas de yoduro de plata en las nubes.

El ‘bombardeo de nubes’, como también se lo conoce, lleva décadas desarrollándose y aplicándose en países de Europa, en Estados Unidos y en México, para asegurar las precipitaciones y el funcionamiento de las hidroeléctricas.

Estimulación de lluvias: en qué consiste esta técnica con la que se busca incrementarlas en Ecuador

Sin embargo, esta técnica para estimular las lluvias puede generar preocupación entre la población, pues no se conocen con exactitud los efectos de estos químicos en el medioambiente o en la salud humana.

Publicidad

Entre la misma comunidad científica existen dudas acerca de las consecuencias y efectividad de la estimulación de lluvias. De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), “los iones y yoduro de plata disueltos son fungicidas, alguicidas y bactericidas que afectan la microbiota terrestre y acuática”.

Otros metorólogos coinciden en que si se bombardea el químico por mucho tiempo en una zona, este puede acumularse en el ecosistema.

Bombardeo de nubes

Según Rasa Zalakeviciute, ingeniera ambiental especialista en la contaminación del aire y estudios climáticos y profesora de la Universidad de Las Américas, la estimulación de lluvias puede ser costosa pero opina que no tiene un grave impacto en el ambiente.

Publicidad

Ella describió a la ‘siembra de nubes’ como un proceso en el que “se introducen ciertas sustancias en las nubes para aumentar la probabilidad de precipitación, ya sea lluvia o nieve”. Estas sustancias, llamadas núcleos de condensación, actúan como puntos de inicio para la formación de gotas de agua o cristales de hielo dentro de las nubes.

Los núcleos de condensación pueden ser diversos, pero los más utilizados son cristales de yoduro de plata o cloruro de sodio. Estas sustancias ayudan a que el vapor de agua en la nube se condense alrededor de ellas, formando gotas de agua o cristales de hielo que eventualmente caen como precipitación, indicó la ingeniera.

Publicidad

Los químicos “en cantidades pequeñitas no deberían tener efecto acumulativo al ambiente y tampoco a los seres humanos”, explicó Zalakeviciute a EL UNIVERSO.

Aún así, la experta señaló que hay tres riesgos de esta práctica que sí podrían impactar en el medioambiente y la salud humana.

  • Que no exista una distribución adecuada de la precipitación, ya que si cae en una zona podría no caer en otra que lo necesita.
  • Que la técnica de estimulación de lluvias pueda cambiar la dinámica de las nubes y afectar otros procesos atmosféricos que interferirán en el clima y los patrones naturales.
  • Que los humanos que se encuentren cerca del químico lo respiren por tiempo prolongado y puedan desarrollar problemas respiratorios.

De acuerdo a Guillermo Murray Tortarolo, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, las evidencias científicas sobre el funcionamiento del bombardeo de nubes son muy dudosas. Además, sus impactos podría depender en gran medida de la zona en la que se implemente.

Citando a una investigación de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos, el científico considera que “este procedimiento no aumenta de manera significativa las precipitaciones, y aun en los pocos casos en los que parece que sí, la eficacia es menor a un aumento del 10 %”.

Publicidad

Como él, otros expertos creen que las precipitaciones no se deben específicamente a la técnica del ‘bombardeo de nubes’, sino a unas condiciones atmosféricas únicas y favorables para las lluvias.

En México, científicos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático recomendó evitar “sin conocimiento previo fundamentado en experiencias de éxito en el incremento de la precipitación, o sin la realización previa del análisis costo-beneficio”. (I)