Dos meses después de la eliminación obligatoria del uso de la mascarilla para contrarrestar el COVID-19 en Ecuador, los casos han ido en aumento.

El pasado 28 de abril, en Ecuador dejó de ser obligatorio el uso de mascarillas en espacios abiertos y cerrados a nivel nacional.

Así lo había anunciado el presidente Guillermo Lasso ese día cuando en el país había 869.124 casos confirmados, de acuerdo al boletín de la situación epidemiológica por la pandemia. Al 28 de junio, 60 días después, hubo 908.548 casos confirmados, es decir, casi 40.000 nuevos contagios.

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La ministra de Salud, Ximena Garzón, sostuvo que ha aumentado la positividad de los casos, aunque no se puede decir que hay un rebrote, pero sí un incremento de los contagios.

Agregó que no se ha reflejado esa subida en la necesidad de mayor cantidad de camas en hospitalización y de cuidados intensivos en las unidades de salud, ni hay más fallecimientos.

Lo atribuyó a la vacunación contra la pandemia. Ese proceso se inició en enero del 2021 en la administración de Lenín Moreno y ha seguido en la de Lasso.

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“Seguimos con una ocupación de camas baja, no ha aumentado la necesidad de cuidados intensivos y hemos tenido un fallecimiento semanal en promedio desde hace varias semanas”, dijo.

Ese aumento de casos, explicó, era esperable, dado que las enfermedades respiratorias virales tienen un comportamiento estacional como la influenza, y esas características las está adquiriendo el COVID-19.

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“Las muertes en exceso por COVID-19 en Ecuador aún siguen bajas, aunque los casos han subido dramáticamente. Seguramente en unos 15-20 días tendremos un incremento significativo”, opinó el médico salubrista Esteban Ortiz, para quien se debería pedir el carné de vacunación nuevamente que incluya el refuerzo.

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Sin embargo, añadió Garzón, no hay cómo descuidarse e insistió en que la inmunidad, generada por la enfermedad, dura unos cinco meses al igual que las vacunas.

Por ello, pidió continuar acudiendo a recibir las vacunas, pues hay el stock de las marcas Pfizer, AstraZeneca, Sinovac y CanSino, que es de una sola dosis.

En octubre, estimó Garzón, podrían llegar a Ecuador las vacunas de esa última firma, pero inhalables. Aún se realizaban las conversaciones con esa farmacéutica a fin de determinar cuál es la cantidad que se puede obtener para el país.

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En su cuenta de Twitter, CanSino Biologics México mencionó que la versión inhalada de su vacuna funciona como si las personas trajeran un cubrebocas invisible porque la inmunidad mucosal puede erradicar la presencia del COVID-19, de los cornetes nasales y del tracto respiratorio.

Al menos tres empresas, dos extranjeras y una local, mostrarían interés en instalar fábrica de vacunas en Ecuador

El Gobierno ecuatoriano ha mostrado interés en que se instale una industria de vacunas en el país. Empresas internacionales como Yellowstone y Sinovac, indicó la funcionaria, están afinando sus propuestas sobre la instalación de una fábrica de vacunas en Ecuador.

La posta de las negociaciones, agregó, la está tomando el Ministerio de la Producción porque es un tema industrial.

Si bien hay un cronograma de trabajo con Sinovac, con Yellowstone no existe una propuesta de un calendario, sostuvo la titular de Salud en un diálogo con este Diario. (I)