A 25 días de haber asumido el cargo, Efraín Bastidas, el noveno gerente en la empresa del Metro de Quito y el segundo en la administración de Santiago Guarderas, reconoce que los mayores problemas de este proyecto, hasta el momento, son la ausencia de un modelo de gestión para la operación y mantenimiento, y la incertidumbre sobre la fecha precisa para su pleno funcionamiento.

El proyecto, que nació hace nueve años, contempla un trayecto de 22 kilómetros y 18 paradas, entre Quitumbe (en el sur) y El Labrador (norte), en un tiempo aproximado de 35 minutos.

¿Cuál es el estado actual del Metro de Quito?

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Por el lado de la construcción y equipamiento, es de alto avance; a nivel de operaciones, estamos planificando. En obra civil estamos con el 99,32 % de avance; en equipos e instalaciones 91,18 % y en material rodante (trenes) ya estamos al 100 % con los 18 trenes recibidos. Desde la perspectiva de operación, hemos iniciado el trabajo con lo que llamamos el “estructurador técnico”, que es un grupo de expertos que está empezando a desarrollar los parámetros para la operación, porque cada ciudad tiene unos parámetros específicos, singulares. No hay una receta única o generalizada para todo el mundo, sino que depende de cada ciudad, de cada metro.

¿Quiénes son los técnicos que están analizando estos términos para el operador?

Es un consorcio de técnicos de empresas ferroviarias liderados por Ferrocarrills de la Generalitat de Cataluña; es decir, el área ferroviaria de Barcelona de Cataluña. Ellos tienen alrededor de 90 años de experiencia en el ámbito ferroviario, son unos técnicos muy capaces.

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¿Qué tipo de contrato tiene esta empresa española y cuánto costó?

El trabajo que se desarrolló con Ferrocarrills de la Generalitat de Cataluña y las empresas que están asociadas a ellos se generó a través de un proceso contractual con el Banco Mundial, que hizo una búsqueda de los mejores técnicos. Van a acompañarnos (en calidad de estructurador) alrededor de diez meses más. (NDLR: el gerente ofreció dar el monto del contrato luego de la entrevista, pero hasta el cierre de esta edición no lo confirmó)

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¿Desde cuándo se ejecuta este contrato?

Iniciamos hace una semana y media con la adjudicación y primera reunión con este equipo de expertos. Ellos ya están trabajando, ya hemos tenido reuniones, ya tienen insumos y ya están para avanzar en los parámetros técnicos y los Términos de Referencia (TDR) para la búsqueda del operador ferroviario internacional (que se encargará del funcionamiento).

¿Cuál es, entonces, la fecha para que el Metro entre en funcionamiento?

Como le digo, la parte correspondiente a construcción y equipamientos está muy avanzada, todo está por encima del 90 %. Eso en el cronograma va bastante adelantado. Entonces, tenemos que definir el proceso para la operación, en esta parte es donde necesitamos los parámetros técnicos para la contratación de un operador ferroviario internacional.

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Es decir, seguimos sin saber cuándo empezará a operar el Metro

Lo que le puedo decir es que estamos haciendo un trabajo con mucho esfuerzo, con los mejores técnicos a nivel mundial, con profesionales capacitados, desde una perspectiva de la transparencia, que es nuestro lema principal...

Entonces, todavía no existe una fecha.

Cada uno de los gerentes del Metro de Quito pudo haber dado fechas y más fechas que no se cumplieron. Me parece una actitud irresponsable volver a dar una fecha que luego no se va a cumplir. En lugar de eso, lo que ofrecemos es un trabajo constante y técnico.

¿Cuál es el plan para resolver el tema de las comunicaciones: conectividad, servicio de emergencias, sistemas de navegación y de cobranza?

Quisiera aclararle, porque no es tan cierto que eso está en cero.

Según el último informe del Metro, esa parte estaba en cero

Estuvo al cero por ciento, pero hoy en día, todos esos sistemas tienen un alto nivel de avance. Le invito a que conozcamos para que vea que están implementados. El sistema de recaudo tal vez sea el único que ha tenido un retraso, porque en previas alcaldías fue retirado del proceso principal de contratación. Pero ya hemos instalado alrededor del 80 a 90 % de torniquetes. Ahora vamos con la instalación de los validadores (para el pago del pasaje) que se irá haciendo en los siguientes meses. Es decir, no está abandonado el trabajo.

Para el sistema de comunicación se tenía un contrato con el ECU911. Terminó y estaba pendiente la compra de un cable de cobre, pero no se había iniciado ni el proceso de compra para establecer la comunicación de emergencia.

El sistema de telecomunicaciones a nivel de todo el Metro está completo, nosotros tenemos una red tetradigital, que está específicamente diseñada para el ámbito ferroviario y está completamente instalada. Lo que nos falta, y ahí sí coincido con usted, es la red de enlace con el ECU911 y en general con todas las instituciones de emergencia… No es que está abandonado, de hecho tuvimos ya una reunión. En equipos e instalaciones nos falta un 9 % y esperamos en las siguientes semanas irlo gestionando.

El sistema de cobranzas, en el que el pasajero paga en efectivo, con una tarjeta o con el celular, tampoco tiene avance.

No le voy a decir ninguna mentira sobre eso, ese sistema de cobranzas no está. Estamos justo en este momento para hacer el proceso de adquisición. Tiene que ser un sistema lo más práctico para el usuario, que involucra tarjetas plásticas sin contacto y personalizadas; también habrá personas que no querrán tener ese tipo de tarjeta o viajeros temporales, a quienes se les darán otras alternativas, como aplicaciones móviles, código QR, máquinas de expendio automáticas, taquillas en las estaciones…

Empezó la reducción de personal en el Metro de Quito

¿El costo del proyecto se mantiene en $ 2.049 millones?

El proyecto, al momento, está en $ 2.049 millones. De hecho, la construcción ha tenido una variación en los precios de obra de apenas 1 %, aproximadamente, pero estaba dentro del margen del costo. Esa variación, a nivel internacional, es uno de los mayores éxitos mundiales. Por lo que he investigado acerca de metros, hay obras en donde el monto con que finaliza la obra se incrementa en 30 %, 50 % o 70 %. Así que conseguir ese nivel de exactitud entre el costo con que se contrató y el de terminación de la obra nos va a demostrar que el trabajo en el Metro de Quito ha sido eficiente, bien llevado, manejado técnicamente. Va a ser un ejemplo a nivel internacional.

¿Un ejemplo a nivel internacional, en lo que corresponde a la construcción, a la obra civil?

Le voy a dar un caso: el metro de Medellín se dilató de 15 a 20 años. Pero su operación es uno de los mayores ejemplos a nivel mundial. Operativamente, ellos cubren sus costos, no digo la inversión, la operación del día a día no le cuesta nada a la ciudad, es rentable y es un metro sumamente bien llevado, eficiente. A la par, la gente le tiene tanto cariño que más limpio es el metro que la ciudad. Ese es uno de nuestros objetivos, que en mediano plazo lleguemos a que trabaje con equilibrio y sea adorado por los quiteños.

¿La selección de esta estructuradora española tiene algo que ver con sus estudios realizados en dicho país?

Primero que nada, la selección se realizó antes de que yo llegue. Es decir, el Banco Mundial venía trabajando en el proceso de selección del estructurador técnico. Hubo varias ofertas: el metro de Santiago (Chile), el de Medellín (Colombia), las de dos empresas españolas… Se escogió en un proceso competitivo. Mientras todos cumplan, la oferta más barata es la que se selecciona. Segundo, yo estudié en España, pero también en Alemania, entonces usted me podría decir que si viene alguien de Alemania también tengo un cariño especial.

El alcalde Santiago Guarderas dice que el Metro de Quito le quita el sueño. ¿A usted le pasa lo mismo?

Me esfuerzo mucho. Yo trabajo de doce a catorce horas diarias y duermo bien. El Metro de Quito es la obra más importante de la ciudad, una de las más importantes en la historia del país… Es una obra muy bien pensada técnicamente, muy bien diseñada y muy bien construida. Cuando ya esté operando ni siquiera vamos a poder concebir lo que era la ciudad sin Metro.

¿No es, entonces, un elefante blanco?

No, ¡cómo va a ser un elefante blanco! Un elefante blanco es una obra que no tiene sentido ni aplicación.

¿Es mejor entregar el manejo del Metro a empresas expertas o crear una propia?

Lo importante aquí es que contamos con una buena obra, pero no tenemos experiencia ferroviaria. Entonces, necesitamos un buen experto ferroviario, una empresa que esté acostumbrada a operar durante 40, 50, 80 años y que pretenda darnos el apoyo para hacer nuestra operación. Yo no quisiera encasillar el modelo; va a ser una solución personalizada.

Esto demanda mucho tiempo. ¿Alcanzará el periodo del alcalde Santiago Guarderas (que termina en mayo del 2023)?

Yo creo que sí puede ser en la alcaldía del señor Guarderas, soy muy positivo en cuanto a eso.

¿En 17 meses?

Ese es nuestro objetivo. (I)