Un tramo de 200 metros de la avenida San Pedro de Taboada se ha convertido en el ícono representativo del límite entre el cantón Quito y Rumiñahui. Sin embargo, no es un ícono positivo, sino un tanto cómico, e indignante para los habitantes de este sector que pertenece a la parroquia de Conocoto.
El carril de la vía que comunica en sentido occidente a oriente está recientemente asfaltado, cuenta con señalización, bordillos de las veredas pintados y rompevelocidades con su marcado diagonal.
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A menos de diez centímetros se encuentra el carril de sentido oriente – occidente, que muestra la otra cara de la moneda. Baches, polvo, pintura desgastada y veredas dañadas son el tónico que contrapone con lo que se ve a tan poca distancia.
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En redes sociales varios ciudadanos han mostrado su indignación sobre la falta de comunicación y gestión entre gobiernos municipales para generar obras que beneficien a todos los habitantes.
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Algunos han decidido tomarlo hasta con un tono cómico, pues han asegurado que la falta de obras ha hecho que no les sorprenda este tipo de diferencia en una misma vía.
María Moromenacho, caminaba por la vereda que pertenece al lado de Quito, ahí mientras cargaba granos de maíz en su espalda se detuvo para enfatizar que su barrio, El Dean Bajo, de Conocoto, no ha sido atendido desde hace varias administraciones.
Este barrio está justamente atravesado por el límite entre los cantones Quito y Rumiñahui. “El problema es que en el cantón Rumiñahui nunca existe dinero, no sé por qué, cuáles serán las razones, pero nosotros como moradores pagamos siempre los impuestos”, agregó la mujer.
Desde la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) informaron a este Diario que la obra fue ejecutada con presupuesto directo de la Administración Zonal Los Chillos y que desconocían la razón por la que no se completó el trabajo por parte del otro municipio.
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Rodrigo Puga, director de Obras Públicas del Municipio de Rumiñahui, señaló a EL UNIVERSO que la anterior administración no realizó esa obra, pese a que estuvieron al tanto del inicio de la rehabilitación por parte de la Administración Los Chillos.
Sin embargo, puntualizó que desde el 15 de mayo cuando el nuevo alcalde, Fabián Iza, asumió su cargo se comprometió con modificar la partida presupuestaria para realizar, por contratación directa, la rehabilitación vial desde la calle Chillo Jijón hasta la Marquesa de Solanda, incluyendo este tramo dañado.
Puga prevé que en los próximos tres meses, una vez que se modifique el presupuesto y se realice el proceso de contratación pública, se inicien los trabajos.
Fernando Medina, habitante de la urbanización Bohíos de Capelo, señaló que el gobierno del cantón Rumiñahui no había contemplado en su presupuesto la rehabilitación de esta vía, que les han ofrecido incluir en la reformulación presupuestaria de este año.
Medina puntualizó que es un problema vivir en una zona de división por administraciones diferentes. El ciudadano tomó como ejemplo la recolección de basura, pues han pasado por días en los que acudían recolectores de las dos municipalidades y días en los que ninguno pasaba, un problema de descoordinación, agregó.
“Lo que requerimos en la parte de Rumiñahui son obras, hemos pedido mejoramiento de obras, pero aducen que somos una urbanización privada y que tenemos los recursos necesarios para no recibir las obras (…) La hacienda de Capelo es un conjunto privado, pero los de los alrededores no es cerrado, no es privado”, reclamó el ciudadano que aseguró que los valores de impuesto predial que pagan son altos y que esperarían obras por los mismos.
Mientras tanto, vehículos que transitan por esta avenida han decidido compartir el carril rehabilitado para circular en ambos sentidos, otros conductores deciden ir despacio, cuando se trata del carril en mal estado, Los habitantes pidieron que se solucionen pronto este tipo de obras inconclusas y sus demás pedidos. (I)