Sombra formaba parte del escuadrón del aeropuerto de Quito que se encarga de evitar que las aves interfieran al momento de que los aviones despegan o aterrizan.
Con su pelaje negro intenso, esta can llegó al aeropuerto de Quito en el 2014 para realizar tareas de control de fauna. Y durante estos años años cumplió bien su tarea de ahuyentar las aves de las zonas aledañas a la terminal.
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Su tarea, sin embargo, ha llegado a su fin y esta semana entró a jubilación.
El retiro de Sombra no ha pasado inadvertido. Este 7 de septiembre, la terminal aérea capitalina la despidió con una placa de reconocimiento y unos bocadillos caninos.
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“Ha sido un honor y una alegría contar con su presencia durante este tiempo y esperamos que su jubilación sea una etapa de merecido descanso”, indica el mensaje colocado en la placa elaborada para Sombra.
En la despedida estuvieron varios funcionarios que trabajaron de cerca con este ejemplar.
Meses después del inicio de operaciones (2013), el aeropuerto de Quito implementó una estrategia para el Plan de Control de Fauna que deben cumplir por obligación internacional.
El equipo está conformado por cuatro técnicos o halconeros, siete gavilanes Harris, dos halcones peregrinos y dos canes (perros) que brindan soporte desde tierra. (I)