El Decreto Ejecutivo 83, emitido el 11 de agosto, no solo modificó el cálculo de los precios de las gasolinas extra y ecopaís, sino que además eliminó el subsidio al combustible de aviación jet A1 que estaba vigente en cinco aeropuertos.
Aerolíneas y administradores de los aeropuertos analizan los efectos. Se advierte que la medida provocaría un impacto negativo para la industria, porque se incrementarán los costos y, por ende, subirán los precios de los pasajes aéreos.
El decreto firmado por el presidente Daniel Noboa dejó sin efecto el descuento del 40 % que recibían en la compra de combustible para aviones de aerolíneas que cumplen ciertas condiciones y que se abastecían en aeropuertos administrados por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), así como en los delegados a municipios, que no hayan sido concesionados, exceptuando la ruta a las islas Galápagos y el abastecimiento por paradas técnicas.
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Los aeropuertos en los que las aeronaves se favorecían con el descuento del 40 % en el precio son Cuenca, Manta, Loja, Santa Rosa y Coca.
Con esta medida el Gobierno estima recaudar $ 52 millones adicionales al año.
Jimmy Villavicencio, presidente del Comité Técnico-Ciudadano para el Desarrollo del Aeropuerto Eloy Alfaro de Manta, mira con preocupación el Decreto 83 y espera que la medida se revierta porque, a su criterio, afectará a la industria de la aviación, así como a los turistas, por el incremento en los costos.
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“Es una decisión directamente del Gobierno y del señor presidente (Daniel Noboa) que, efectivamente, va a tener un impacto negativo en la aviación en general. El aeropuerto de Manta es del Estado, es decir, la decisión de suspender el subsidio al combustible jet A1 es del Estado y afecta al mismo Estado”, lamenta Villavicencio.
Explica que las compañías aéreas serán las primeras en recibir el impacto al no tener más descuento en el precio del combustible.
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“Las líneas aéreas lo que van a hacer es a subir los pasajes y, finalmente, esa subida de pasajes afectará al bolsillo de los usuarios; por lo tanto, afectará sobre todo al turismo”, observa.
Para Villavicencio es contradictorio que el Gobierno intenta impulsar a la industria del turismo, pero se toma la decisión de eliminar el subsidio, lo que encarecerá costos.
Reconoce que el Estado necesita reducir gastos, por lo que busca disminuir subsidios; sin embargo, solicita a las autoridades revisar la decisión. “El propio Gobierno tendría que hacer una valoración de cuánto representa invertir $ 52 millones versus el desarrollo de una gran industria como la del turismo”.
En Cuenca, la administración del Aeropuerto Internacional Mariscal La Mar, adscrito al Municipio de Cuenca, sigue analizando el impacto del decreto. La terminal aérea recibe vuelos nacionales.
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La capital azuaya se ha convertido en un importante atractivo turístico para viajeros nacionales y extranjeros, así como para pasajeros corporativos. Así lo demuestra el aumento de vuelos y de pasajeros los dos últimos años.
Según cifras oficiales, en 2023 se registraron 37 vuelos semanales y se movilizó a más de 400.000 pasajeros.
Para 2025, la cantidad de vuelos subió a 52 semanales y ya se han transportado más de 500.000 usuarios.
La Asociación de Representantes de Líneas Aéreas (Arlae) también se encuentra revisando los alcances del decreto para emitir un pronunciamiento.
Este Diario conoció que este miércoles habrá una reunión entre autoridades del Gobierno y miembros de compañías aéreas.
Hay expectativa sobre los efectos de la eliminación del subsidio, especialmente en aeropuertos de ciudades con menos vuelos, como Santa Rosa y Loja.
Además, inquieta el impacto en otras actividades, como hoteles y restaurantes. (I)