Incentivar la inversión nacional e internacional y generar empleos con la creación de zonas francas es uno de los objetivos del Decreto Ley Orgánica Reformatoria para la Atracción y Fomento de Inversiones para el Desarrollo Productivo, que el presidente Guillermo Lasso envió el martes 23 de mayo a la Corte Constitucional (CC) para que emita su dictamen.

Pero, ¿qué son las zonas francas?

“Son un espacio en donde se puede realizar una actividad productiva en condiciones especiales en materia aduanera, tributaria y de comercio exterior. Es un espacio que lo que busca es enfocarse en la exportación”, explica el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo.

Publicidad

Un criterio similar tiene el abogado tributarista Napoleón Santamaría, quien expone que las zonas francas sirven fundamentalmente para atraer inversión extranjera y para motivar que capitales nacionales se animen a reinvertir. “Son esos territorios en los que se blinda, es como que hubiera un país dentro de otro país. Lo que debemos hacer es decirle al inversionista estas zonas francas van a ser intangibles, no le vamos a tocar el régimen fiscal, no le vamos a cambiar las reglas del juego, nos comprometemos fielmente a esto y vengan al país, traigan sus capitales”, asegura.

Segundo decreto ley sobre zonas francas, que incluye exoneración de hasta 15 años del IR, se envía a Corte Constitucional

Según la ley vigente, las zonas francas solo pueden existir por iniciativa del Estado, pero con la reforma estas podrán ser iniciativa del sector público, sector privado e incluso iniciativas mixtas.

Publicidad

Según Acosta, en Ecuador hay las Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDE), pero pocas están operativas, entre esas, los puertos de Posorja y el de Guayaquil.

Señala que actualmente el concepto “es restrictivo”, ya que los negocios tienen que instalarse en el lugar en donde el Gobierno ha decidido que debe estar el territorio con condiciones especiales.

Santamaría anota que con las zonas francas para los inversionistas se lograría la reducción de impuestos nacionales, es decir que se apliquen reducidamente o se los exonere por completo; la exoneración de los impuestos arancelarios o aduaneros potenciaría la importación de maquinaria, insumos y de materias primas para el proceso productivo; y como tercer punto menciona que es un conjunto de medidas parafiscales, que beneficiarían para importar productos, pero que solo ingresarían a la zona franca.

Publicidad

“Si Ecuador cede en estas tres cosas a cambio de que venga la inversión, eso puede funcionar”, asevera Santamaría.

¿Qué sectores serían beneficiados?

Acosta indica que además de generar empleos en grandes cantidades, con las zonas francas se lograría que el país sea competitivo para exportar productos, entre ellos, agrícolas, agroindustriales, tecnológicos, así como servicios tecnológicos, entretenimiento, etc., y también servicios logísticos de transporte, almacenamiento, etc.

Santamaría resalta que para atraer capitales, tanto el nacional como el internacional, es necesario fomentar sustancialmente actividades productivas, industriales, de valor agregado, manufacturas, etc.

Zonas francas, tema de la segunda parte de la Ley de Inversiones que el Ejecutivo remitió a la Asamblea Nacional

Durante el anuncio del envío del decreto ley, el ministro de Producción y Comercio Exterior, Julio José Prado, mencionó los sectores que pueden acceder a estas zonas. Los sectores tecnológico, agroexportador y agroindustrial, servicios de alto valor agregado como salud, cultura, tecnología, deportes, recreación, innovación e investigación.

Publicidad

También habrá zonas francas relacionadas con lo logístico, entre ellas transporte, almacenamiento, empaque, etiquetado, clasificación, envase, reempaque y distribución.

Las zonas podrán ser de dos tipos: multiempresariales, como los conocidos parques tecnológicos, y uniempresariales, y estas podrán funcionar dentro de la ciudad en un edificio, por ejemplo, para la exportación de software.

Acosta indica que se debe tener en cuenta que aplica para empresas nuevas y así lo determina el decreto ley. “Hay una cantidad importante de sectores que pueden beneficiarse, siempre y cuando se trate de inversiones nuevas. No funciona para decir ya lo estoy haciendo y ahora quiero acogerme a esos beneficios. Esto lo que busca es incentivar que se constituyan nuevas empresas, que se hagan nuevas inversiones y de esa manera con estos incentivos se atrae a que se invierta en mayor cantidad”.

Por ejemplo, en tecnología, una empresa para desarrollar aplicaciones móviles para exportar puede montarse en una zona y de esa manera tendría ese tratamiento preferencial, que le permite competir con otros países que hacen lo mismo.

Ley de Inversiones llegará ‘desguazada’ a los bloques en la Asamblea Nacional: la primera parte se refiere a la transformación digital y audiovisual

Mientras, Santamaría destaca que se puede industrializar el banano, es decir, elaborar vitamínicos y otros derivados, para lo cual precisamente se requiere la industria. “Necesita que alguien venga con $ 20 millones y ponga una fábrica y cuando ocurra eso se logra lo que buscan las zonas francas, generar empleos, porque para mover las máquinas se necesitan trabajadores, mano de obra”.

Luego, ya con el producto elaborado que se puede exportar, se estaría logrando el objetivo: atraer capitales, se hace industria a largo plazo, se genera empleo.

Además del banano, Santamaría comenta que en el país se producen flores, petróleo y otros productos, pero que falta la industrialización. “La industria productiva con valor agregado, agroextractiva, ese es el enfoque de las zonas francas”.

Y hace una reflexión y un llamado que para cumplir con la meta del Decreto Ley Orgánica Reformatoria para la Atracción y Fomento de Inversiones para el Desarrollo Productivo se necesitan no solo las zonas francas, sino que la “política deje de dañar a la economía”. “Mientras no bajemos el nivel de confrontación política y no sobrepongamos el desarrollo económico, no saldremos adelante”, dice. (I)