El riesgo país en Ecuador bajó 71 puntos al colocarse en 1.968 puntos al cierre de la semana pasada. Esto luego de que el 9 de enero había registrado 2.039 puntos, en medio de la declaratoria de guerra interna para combatir al narcotráfico y al terrorismo.

La semana del 8 de enero este indicador que mide la posibilidad de los países de cumplir con sus obligaciones de deuda había empezado en 1.957 puntos, pero al día siguiente de la jornada de violencia que vivió Ecuador se disparó a 2.039 -82 puntos de golpe-. El miércoles bajó un poco a 2.018 y el jueves a 2.011. El viernes descendió más, hasta los 1.968 puntos, horas antes el presidente Daniel Noboa había enviado a la Asamblea Nacional el proyecto de ley urgente para subir el impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %.

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El nuevo riesgo país, que aún es alto y que hace imposible que el país tenga acceso a créditos, habría bajado por efecto de varios factores. Una suerte de mix, dice el exministro de Economía, Mauricio Pozo.

En primera instancia, Pozo explica que el riesgo país puede ir bajando con base en un trabajo permanente de mejora de las finanzas públicas y también si se va recuperando la seguridad en el país. “La tendencia de este indicador se puede mover por la perseverancia de las políticas públicas”.

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Sin embargo, reflexiona sobre que esta baja no es mala, pero falta mucho para tener acceso a financiamiento del mercado internacional.

Para Pozo, el hecho de que el presidente busque una manera de obtener recursos permanentes, como lo son los ingresos por tres puntos más del IVA, es una buena señal. Además se han dado pasos positivos en el tema de la seguridad.

No obstante, asegura que no hay que perder de vista que el problema de las finanzas públicas es enorme: hay un déficit de $ 5.700 millones y $ 4.000 millones adicionales de atrasos.

Explica que esta tremenda falta de recursos no se arregla solo con el IVA o con la focalización de subsidios, que son temas que están en el debate. Para Pozo, hay que armar un programa de manejo del problema integral, adoptando varias acciones, como trabajar en el gasto, renegociar la deuda y buscar un financiamiento de deuda a través de multilaterales. (I)