Miguel Ángel González culmina este martes, 30 de abril, su segundo periodo al frente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), que representa a 150 gremios del sector productivo. Fue presidente desde el 2022 hasta la fecha, el último año por reelección. El empresario, que también preside la Cámara de Comercio de Guayaquil, cuenta cómo ha sido dirigir el rumbo del sector privado y las relaciones con los Gobiernos de turno durante paralizaciones, crisis políticas con una muerte cruzada y elecciones anticipadas de por medio, inseguridad con pérdidas para las empresas y crisis energéticas.

¿Cómo fue liderar al sector empresarial en tiempos de inestabilidad política, crisis económica, energética e inseguridad?

Desde hace muchos años, el país ha vivido inestabilidad y crisis de todo tipo. Si no es una cosa, es otra. Pero hemos salido adelante de las situaciones críticas. En tiempos así, hay que liderar con enfoque integrador, con rapidez de gestión y con comunicación. Los canales de diálogo deben ser fluidos, recogiendo opiniones, ideas y sugerencias de los distintos sectores. Esa ha sido la fórmula. Durante este tiempo hemos trabajado en consolidar la unidad del sector productivo. Nuestro lema ha sido “Una visión país”. Y esa es nuestra propuesta a la sociedad. Organizamos la primera convención de todo el sector productivo, los 150 gremios estuvieron presentes. Por primera vez en la historia, hicimos una declaración conjunta Consenso de Manta 2023 que define nuestras líneas de acción.

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¿Cuáles fueron los principales desafíos para el empresariado en los periodos que usted estuvo al frente del Comité?

Podría decir que la inseguridad en las calles, la inestabilidad política y la situación económica. Sin embargo, resolver el fondo de estos problemas requiere un trabajo conjunto entre los distintos sectores de la sociedad. Y ese es el mayor desafío. En democracia tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo, llegar a consensos, ceder posiciones y deponer actitudes, mirar todos en una misma dirección.

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En temas de seguridad ciudadana parece que avanzamos. Sin embargo, en temas de inversión y empleo es necesario un consenso entre los líderes de la sociedad para lograr avanzar. Ese consenso ya no es una opción, sino una obligación.

El sector se mantuvo propositivo cuando se habló de subsidios, impuestos, crisis energética, nuevas leyes y contribuciones, ¿por qué cree que el Gobierno no los escuchó?, ¿qué faltó en esa relación público-privada?

El sector productivo siempre presenta propuestas y recomendaciones a los Gobiernos. No siempre las implementan, por diversos factores: por presión de diferentes grupos de interés que desconocen sobre temas económicos, por cálculos políticos, priorización del corto plazo, obstáculos burocráticos para la implementación o simplemente por falta de apertura, pues en ocasiones consideran que ellos tienen las soluciones, en lugar de escuchar a los dolientes.

Todo Gobierno debe sintonizarse con el sector productivo para generar las condiciones que permitan crear más inversión, empleo y crecimiento económico. Creo que falta todavía visión de país, y que la clase política tome consciencia de que lo que hacen o dejan de hacer ahuyenta o atrae la inversión, algo tan necesario para crear empleo y bienestar económico para todos.

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¿En qué cree que sí los escuchó el Gobierno?

En varios aspectos. Hay cosas que sí acogen, especialmente las que generan réditos políticos. Algunos temas, como el trabajo en la reconstrucción del tejido social, la apertura comercial, la reducción de ciertas trabas y especialmente cuando han tenido iniciativas nocivas para el sector productivo, pero que luego de escucharnos reculan y no lanzan dichas iniciativas.

En la crisis energética de fines del 2023, el sector empresarial afirmó que apoyaría con energía propia e incluso se reunió con el Gobierno para marcar esa hoja de ruta. ¿Qué sucedió con ese plan?

El sector productivo, luego de inteligenciarse con diversos expertos, puso sobre la mesa diferentes opciones para el corto, mediano y largo plazo. Les mostramos nuestras preocupaciones al respecto y les llevamos propuestas. Dimos también aportes para la ley que denominaron No Más Apagones. Sin embargo, no los acogieron. Nos aseguraron tener un plan y mantener la situación controlada. La responsabilidad de la generación eléctrica es del Estado.

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Por eso, hemos insistido ahora en que exista total transparencia sobre la situación real para poder prepararnos. También hemos solicitado programación y coordinación de los cortes de energía para planificar y así minimizar el impacto negativo. Estamos atentos a las acciones que sigan, pues el país debe resolver esto de manera urgente. Esta crisis también debe llevarnos a pensar en un cambio de modelo de generación eléctrica, uno en el cual se abra a la posibilidad de que el sector privado también pueda generar energía sin trabas ni techos, y así abastecer la demanda.

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¿Cuál será el desafío para quien tome su lugar en el Comité?

Por un lado, mi sucesor debe proteger la unidad del sector productivo. Hoy la hemos consolidado. Ahora toca custodiarla. La unidad no se cuida sola. Por otro lado, durante este tiempo logramos acuerdos en el sector productivo, plasmados en el Consenso de Manta, que marca los ejes de acción. Le toca a mi sucesor mantener alineado al sector productivo con esa visión conjunta y seguir trabajando en el logro de objetivos.

Finalmente, le toca fortalecer la articulación público-privada, alineando la visión país con la agenda del Gobierno de turno. El país requiere que entre sector público y sector privado generemos sinergias y trabajemos en conjunto. Cuando quienes reman lo hacen en direcciones contrarias, el resultado es el estancamiento, y lo que necesitamos es avanzar, y lo más rápido posible.

¿Qué le espera a usted como empresario?

Continuaré presidiendo la Cámara de Comercio de Guayaquil. Me acaban de reelegir hace un par de meses. Hay mucho que hacer todavía por el comercio, el emprendimiento y por el crecimiento del país. Como empresario seguiré ejerciendo. Buscando nuevas oportunidades de inversión y generación de empleo. (I)

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