La posibilidad de crear tribunales especializados para el juzgamiento de delitos relacionados con corrupción y crimen organizado es uno de los temas que la Asamblea Nacional, con 123 votos, aprobó el pasado lunes como parte del proyecto de reformas al Código Orgánico de la Función Judicial.

Este proyecto, de 65 artículos, 2 disposiciones generales, 16 disposiciones transitorias y 5 disposiciones reformatorias, pasará a conocimiento del Ejecutivo para su sanción o veto, cuyo plazo es de 30 días.

Los tribunales especializados, de acuerdo con el artículo 230.2 del proyecto reformatorio, estarán integrados por el número de juzgadoras y juzgadores que determine el Consejo de la Judicatura (CJ).

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Además, este ente, mediante resolución, podrá crear 23 tribunales distritales donde exista más carga procesal.

"Las o los juzgadores serán competentes para sustanciar la etapa de juicio, dictar sentencia y realizar los demás actos procesales previstos en la ley dentro de los procesos conforme lo establecido en el número 1 del artículo 230.1 de este Código", resume el articulado.

Para algunos expertos constitucionalistas, la creación de los tribunales es positiva, pero resaltan algunos vacíos. Como lo hace el abogado constitucionalista Rafael Oyarte, quien menciona que el proyecto no solo quede en salas especializadas sino con fiscales expertos en corrupción.

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“La gran ventaja ciertamente de tener estos jueces especializados en materia de corrupción es que por una parte se va a despojar el combate anticorrupción de los juzgados penales comunes. (...) Si hace falta que se cree una Fiscalía especializada en corrupción. Está muy bien arreglar la parte de quienes juzgan estos delitos, pero también hay que ver quienes investigan y quienes son los que ejercen la titularidad de la ejecución penal que es la Fiscalía”, indica.

Con esto concuerda el también abogado constitucionalista Ismael Quintana, quien señala que faltó ponerle mayor atención a la Fiscalía para que los casos sigan su curso, es decir, darle autonomía.

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"Me parece interesante tener tribunales especializados en corrupción, para que otros jueces, que también son especializados, no desvíen su atención al cometimiento de actos ilícitos que ocurren día a día. La reforma pecará de incompleta si es que me da jueces especializados en esta materia, pero no me da fiscales especializados en esta área y ahí es donde me preocupa", indica.

Quintana sustenta esta necesidad de autonomía a la Fiscalía en el manejo de los recursos para realizar una labor completa.

"La Fiscalía es un órgano autónomo, según la Constitución, en la Función Judicial y está sometida administrativamente al manejo del Consejo de la Judicatura y esto es algo lamente y penoso. (...) Mientras esa autonomía no se produzca o la apertura de la Judicatura para darle recursos humanos, administrativos, tecnológicos a la Fiscalía, para que tenga fiscales especializados en esa área, vamos a tener lo mismo, es decir, bonitos tribunales especializados en materia de corrupción, pero Fiscalía tiene tanto caso que investigar que probablemente las investigaciones previas se van a ver estancadas", señala.

André Benavides, abogado constitucionalista, también enfatiza en esta necesidad, pero estos cambios pudieron haberse dado antes y sin esperar una reforma.

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"No se requería de una reforma al Código Orgánico de la Función Judicial para crear los juzgados anticorrupción, tranquilamente podría crear estos tribunales. Lo que deberíamos ver es que si efectivamente estos juzgados anticorrupción van a tener suficiente número de causas para justificar su permanencia tomando en cuenta que el mayor número de casos que existen en el sistema judicial son temas de robo, estafas, pero delitos de corrupción, la carga es muy baja", menciona.

Benavides considera que un juzgado no va a solucionar los problemas, afirma que ocurre cuando se aplica correctamente la ley.

"Con los actuales jueces y tribunales si ellos aplican bien la ley, tranquilamente se podría combatir el fenómeno social. Puede ser una propuesta interesante, pero se lo podía hacer de otra forma. (...) Porque a la final puede ser un saludo a la bandera, está en la ley y nunca se crean", explica. (I)