Las carnes rojas aportan una gran fuente de proteínas, pero deben ser consumidas con moderación y bajo un control de calidad.

La carne es una de las principales fuentes de proteínas para el ser humano. Estas son necesarias para que todos los órganos del cuerpo cumplan adecuadamente su función. además de fortalecer y reparar los tejidos de los músculos, según la ciencia.

Sin embargo, se ha abierto el debate sobre el consumo de la carne roja en la dieta. Organizaciones en defensa de los animales resaltan que no se puede hablar de un beneficio para la salud del hombre, si el animal es sometido a una muerte violenta en un camal.

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Para la nutricionista Ingrid Izurieta es importante comprender que todo se resume en el cuidado y calidad de la carne que se compra para alimentarse. "Tiene que ser certificada y se debe leer siempre en la etiqueta los componentes y proceso de fabricación", sostiene la especialista guayaquileña.

No consumirla en exceso

Agrega que no todas las personas pueden comer carne debido a factores médicos, por lo que aconseja hacerse un chequeo con un especialista para determinar si hay alguna molestia gastrointestinal antes de empezar una dieta que incluya carnes rojas.

"Si no hay ningún factor de salud que impida consumirla, igual se lo debe hacer moderadamente. La carne es una de las proteínas que más tiempo le lleva digerir al intestino, por lo que si comes carne un día debes descansar de ella al menos por dos semanas", sugiere Izurieta.

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Sobre los beneficios que aporta, la especialista explica que la carne de vacuno tiene un nivel de grasas saturadas intermedio, pero tiene hierro y otros minerales fundamentales para el organismo.

La carne magra

El Gobierno de México destaca en su portal web que uno de los beneficios de consumir carne roja, bien procesada, es el aporte de vitamina B12, y ZINC. La primera, según esa publicación, ayuda a metabolizar proteínas y a formar glóbulos rojos, mientras que la segunda mejora la cicatrización de la piel y crea hemoglobina.

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La nutricionista deportiva Carolina Toala recomienda la opción de consumir la carne magra (o sin grasa) para una mejor digestión. Detalla que este tipo de carne no posee azúcar. Entre las vitaminas que aporta están la fibra, potasio, yodo, carbohidratos, magnesio, sodio, vitaminas y fósforo. Sugiere comerla dos veces por semana.

Otros alimentos para acompañar la carne

En su página web, La Vanguardia da algunas opciones de alimentos que también aportan al bienestar de nuestras defensas. Entre ellos están las almendras, los champiñones, cítricos y cúrcuma. Estos también pueden servir como acompañantes de un menú que lleve carne.

"Puedes condimentar la carne magra con cúrcuma sin sal. Acompañarla con una ensalada de champiñones", aconseja Toala como una opción para el almuerzo. (I)