La ministra de Gobierno, María Paula Romo, descartó implementar una ley seca en Quito y ampliar el horario del toque de queda.

Lo señaló tras una reunión con su par de Salud, Juan Carlos Zevallos, y el alcalde de la ciudad, Jorge Yunda, en la que se analizó la situación del coronavirus en la capital.

Romo adujo que lo que se quiere es que la gente tenga más tiempo para hacer sus actividades pero hizo un llamado a que si no hay necesidad de salir de los domicilios no se lo haga. Agregó que las prohibiciones no significan que la gente va a dejar de consumir. En operativos interinstitucionales se halló a varios ciudadanos bebiendo en la vía pública.

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"No hay ninguna nueva restricción para Quito. No hemos hablado de nuevas restricciones (...) lo que hemos acordado es un trabajo intensivo para incrementar las capacidades del sector salud y mejorar los controles de las restricciones que ya existen (...) en el momento del cambio de semáforo, algunas actividades se van a flexibilizar para la mayor parte de cantones del país y ahí seremos más cuidadosos con que estas actividades o esa flexibilización, la ampliación de horarios será paulatina para Quito..", dijo la funcionaria en una rueda de prensa virtual.

"Confiemos más en la población y en que se sigan las recomendaciones, porque mantener una ley seca prohibiría vender, pero no consumir. Las prohibiciones son cada vez menos efectivas. No podemos tener un policía al lado de cada persona", enfatizó la ministra @mariapaularomo. pic.twitter.com/1jjxt4gfYS

De su parte Zevallos, mencionó que hay 50 personas que están esperando ser transferidos a unidades de cuidados intensivos en hospitales en la capital. Yunda había dicho el fin de semana que los servicios sanitarios en Quito no daban más

Este mismo lunes, al menos 25% de los servidores públicos comenzaron la etapa de trabajo presencial. (I)