Un niño de 10 años se quitó la vida el viernes 19 en Ambato. Con este caso se registran 34 suicidios en la provincia de Tungurahua en lo que va del 2020, según Pablo Guachamín, jefe de Operaciones de la subzona 18 de la Policía Nacional.

El uniformado expresó que aún están por determinarse las causas para que el infante haya tomado la fatal decisión.

Guachamín indicó que en enero fueron once suicidios, en febrero diez y en lo que va de junio se registran seis.

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En tanto que por distritos, Ambato norte registra nueve personas que atentaron contra su vida, Ambato sur trece, Patate cuatro, Quero una, Píllaro seis y Baños de Agua Santa una.

La mayor parte de personas que se han suicidado tiene entre 18 y 30 años, con un total de 16. En lo que se refiere a la motivación, 12 de estas muertes fueron por problemas sentimentales y el resto por inconvenientes familiares.

Guachamín informó que la mayoría, 29, utilizó objetos constrictores, como cuerdas, cables, correas y prendas textiles para victimarse. Informó que en el año 2018 hubo 73 suicidios, mientras que en el 2019 fueron 67.

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Agregó que el año anterior, de enero a junio, se registraron 23 suicidios.

El incremento de este tipo de muertes ha generado alarma a las autoridades y población de la provincia de Tungurahua.

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La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) y el Departamento de Violencia Intrafamiliar están trabajando constantemente en este tema.

“No nos podemos quedar en las estadísticas y se tiene que hacer algo, por esa razón se crea una estrategia, un plan, un proyecto con la finalidad de llegar a los sectores más vulnerables y a los que han sido identificados que existen personas que tal vez quieran atentar en contra de su propia vida”, manifestó Guachamín.

Édgar Bravo, coordinador zonal 3 de Salud, advirtió que si bien el ministerio está activado con la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, no se pueden descuidar programas como el de salud mental que afecta no solo en Tungurahua, sino en todo el país.

Por esa razón se activaron los sicólogos y siquiatras de las diferentes unidades operativas, para abordar a los pacientes por el duelo (ante la pérdida de parientes por el COVID-19), luego a los de salud mental y con los familiares de las personas que se han suicidado.

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Bravo manifestó que se activaron los planes de acción que consisten en apoyo a las familias de las víctimas de suicidios con terapias y charlas.

Esto con el fin de abordar los requerimientos básicos para tratar sobre su salud mental.

El coordinador zonal 3 de Educación, Leonardo Mosquera, aseguró que durante la emergencia sanitaria en el país los niveles de agresividad y vulneración de derechos se han generado por el estrés, ansiedad, entre otras causas.

Mosquera indicó que por esa razón a través de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) y de las Unidades de Apoyo a la Inclusión (UDAI) se conforman brigadas para trabajar con las familias de los estudiantes con el objetivo de llegar a minimizar situaciones como los suicidios.

Aseguró que incluso en el trabajo se han evidenciado muchísimos casos de intentos de suicidio. Por ello, se hace un gran esfuerzo para llegar a los casos más especiales.

Mosquera hizo el llamado a los padres de familia a no dejarse llevar por los temores y angustias, que ante cualquier situación se busque ayuda a través del correo apoyo.sicosocial@educacion.gob.ec, que está abierto para brindar apoyo a maestros, padres y estudiantes.

El objetivo de estas tareas que realiza el personal de Educación es disminuir los suicidios. Recalcan a los padres mantener información y comunicación constante. (I)