Las tortugas marinas causan fascinación en la playa a la que llegan dejando su huella en la arena, pero también tristeza cuando ya muertas son arrastradas por las olas hacia la costa.

En Ecuador se ha registrado la anidación de cuatro de las siete especies de tortugas marinas del mundo. Otra más ha sido vista en el mar territorial. Las que desovan sus huevos en el país lo hacen en 41 puntos.

Los peligros son menores cuando arriban a playas que están dentro de las áreas marino-costeras protegidas, pero enfrentan más amenazas cuando llegan a los sitios donde nacieron y se encuentran con la geografía adulterada debido al crecimiento de los poblados.

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“Las tortugas regresan a donde nacieron y apenas el 5 % de las que nacen sobreviven y crecen. Se demoran entre 16 y 20 años hasta alcanzar la edad reproductiva”, dice Jorge Samaniego, oficial de Conservación del Programa Marino del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en Ecuador.

Algunos de los poblados donde llegan son Las Palmas, en Esmeraldas; Crucita y Puerto López, en Manabí; Chipipe y Montañita, en Santa Elena, y Engabao, en Guayas.

Las luces blancas altas pueden desorientar a las crías que avanzan hacia estos puntos creyendo que es el mar, por lo que pueden ser arrolladas en las vías costeras nacionales.

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El ruido de los motores y de los turistas en las playas también las puede afectar, indica Franklin Ormaza, catedrático de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

La eclosión de huevos se da por lo general entre los meses de diciembre y abril. Foto: Lissette Ramírez

Los sonidos se transportan de la manera menos eficiente por el aire, explica, pero sucede lo contrario a través de la arena o el suelo y luego el agua. “Los turistas hacen una bulla que a nosotros quizás no nos impacta, pero a esa frecuencia, intensidad y decibeles pasa la arena, el agua y en esta última la onda mecánica viaja mucho más rápido y a mayor distancia. Hay seres que tienen una sensibilidad mayor, entre ellas, las tortugas. La luz también las distrae, imagínese el ruido de los motores”, añade Ormaza.

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Impacto del turismo

Un estudio aún no publicado que medirá el impacto del COVID-19 en la costa de Manta, Salinas y Galápagos debido a la anulación del turismo incluye una encuesta a personas que viven al filo de la playa. Los resultados indican que el 97-99 % de los consultados concuerda en que los balnearios han mejorado notablemente durante el confinamiento. “Estas aguas han sido renovadas”.

El 17 % de los encuestados vio ballenas jorobadas, tiburones y delfines cerca de la costa, al igual que mantarrayas, tortugas y otras especies.

“La razón plausible principal es la disminución del nivel de ruido”, indica Ormaza, uno de los autores del estudio.

Samaniego resalta que las direcciones provinciales del Ministerio del Ambiente y Agua se encargan de proteger los puntos donde colocan sus huevos, sobre todo en las áreas marino-costeras conservadas.

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Cada especie de tortuga marina tiene una predisposición a anidar en playas que tienen determinadas características. Foto: Conservación Internacional

“Hay fichas homologadas que se levantan cada año en las áreas protegidas por lo que se cuenta con información”, agrega el especialista de la WWF.

Los autos que ingresan a las playas también perjudican ya que dejan la arena compacta y presionada lo que frena la eclosión de los huevos. “Como llegan a desovar donde nacieron se encuentran con sitios de anidación aprisionados ya sea por vehículos o infraestructura o la misma actividad de la marea que ha socavado la zona”, indica Samaniego.

Un punto a favor es la empatía que hay entre la especie y las personas. Cuando se percatan de que llega una, todos quieren ayudar para no afectar la anidación, reconoce Samaniego: “Los animales domésticos también destruyen los nidos, pero ahora hay más conciencia. En lugares como San Lorenzo, en Manta, ya se ha vuelto un atractivo turístico, igual en Playa Rosada”.

Las crías de las tortugas confunden la luz artificial blanca con la de la luna, según estudios.

Las cinco especies de tortugas marinas registradas en Ecuador

1.- La tortuga cabezona (Caretta caretta). Estado de conservación: 'Vulnerable'. Ha sido observada en el mar territorial sin registro de anidación en las costas del país.

2.- La tortuga Golfina (Lepidochelys olivacea). Estado de conservación: 'Vulnerable'. Anida generalmente en litorales continentales e islas de barrera en zonas tropicales entre junio y noviembre, frecuentemente en sitios de humedad relativamente alta, cerca de desembocaduras de ríos.

3.- La tortuga Verde (Chelonia mydas). Estado de conservación: 'Vulnerable'. Suele elegir playas con oleaje muy fuerte y anida entre mediados de octubre y mediados de marzo. Pueden ser playas de tamaño variable con dunas de pendiente leve y vegetación; y arena de grano medio.

4.- La tortuga Carey (Eretmochelys imbricata). Estado de conservación: 'En Peligro Crítico'. Presenta gran flexibilidad ante la variabilidad de la pendiente, suelen anidar en sitios de difícil acceso, y entre la vegetación de la parte alta de la playa entre noviembre y marzo. Prefieren playas con arenas de grano medio (proveen la estabilidad necesaria para mantener la humedad y temperatura en los nidos durante el desarrollo embrionario).

5.- La tortuga Laúd (Dermochelys coriacea). Estado de conservación: 'Vulnerable'. Prefiere playas de mediana o baja energía con pendiente pronunciada y de anchura corta, por lo general son playas de origen volcánico, de acceso abierto sin barreras en el fondo, a las que llega en enero y febrero. (I)