El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tuvo que parar una contratación ante las críticas recibidas.

La cuantía del contrato era de $10 017 754 para adquirir dispositivos e insumos médicos para solventar la emergencia. Se solicitaban 131 890 mascarillas de protección N95, cada una a $12; pantallas faciales de protección ocular por $22,90; mascarillas quirúrgicas de elástico de $0,75; el alcohol antiséptico por $4,75, entre otros implementos.

El 27 de marzo del 2020, el contralor Pablo Celi dirigió una comunicación al presidente del Consejo Directivo del IESS, Paúl Granda, para que le remita la información sobre los procesos de contratación de la institución, las unidades médicas que forman parte del seguro de Salud y Seguro Social, la Dirección General y direcciones provinciales con capacidad para contratar en el marco de las declaratorias de emergencia.

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El vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, solicitó una investigación. “Nunca toleraré la corrupción, menos en estas circunstancias. Desde el COE nacional se dispuso que la contratación en emergencia se publique en tiempo real en el Sercop, facilitando a la ciudadanía el monitoreo y permitiendo identificar cualquier irregularidad que pueda surgir”.

Granda también dijo que dispuso una auditoría inmediata. El sábado 28 de marzo del 2020 en cadena nacional pidió a los organismos de control, entre ellos la Contraloría y la Fiscalía, que auditen el proceso, y se suspendió la compra. Y se exhortó a los proveedores a que hagan sus propuestas si existen mejores condiciones técnicas y económicas. (I)