Las provincias de Imbabura y Azuay enfrentan desabastecimiento y desesperación por el cierre de vías, iniciado el jueves pasado por el paro de transportistas y que continuó el sábado por acción de sectores indígenas. Los bloqueos también se mantienen en otras seis provincias, pero de forma puntual, como sucede en tramos de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar y Loja.

En Azuay, las vías de la provincia están totalmente bloqueadas por grupos que reclaman la derogación de las reformas laborales y económicas dictadas por el Gobierno.

Las carreteras que están cerradas son: Cuenca-Girón-Pasaje (vía a El Oro), Cuenca-Molleturo (vía a Guayas), Zhud-Cochancay (vía a Guayas), Cuenca-Cañar-Alausí (vía a Chimborazo) y Cumbe-La Jarata-Oña (vía a Loja).

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Esta situación se evidenció dentro de la terminal terrestre, donde el movimiento era mínimo y solo funcionaban las que servían a Gualaceo y Azogues. En las oficinas de varias cooperativas se colocaron letreros de “No hay transporte”.

Víctor Tacuri, representante de un grupo de comuneros del cantón Nabón, ubicado al sur de la provincia, comentó que la medida es indefinida.

En el caso de Cañar, la paralización se torna más violenta y los grupos políticos y sociales mantienen su protesta. En sesión del Consejo de Gobierno de la Tukuy Cañaris Ayllukunapak Tantanakuy, del cantón Cañar, se decidió “retomar masivamente en horas de la tarde y noche la protesta con bloqueo de vías y movilización permanente”.

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Otro problema que ocurrió en Cuenca es el desabastecimiento de gas, mientras en los mercados escasea la oferta.

En Imbabura, árboles, rocas, y montículos de arena y tierra están bloqueando el paso de los carros, mientras que en los comisariatos y mercados se siente el desabastecimiento de alimentos y gasolina.

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Álvaro Castillo, gobernador de Imbabura, dijo que están buscando vías alternas y horarios para abastecer de productos. Un convoy con combustible estaba en camino.

En el centro de Santo Domingo se ocasionaron disturbios por rumores de presuntos saqueos. La Policía detuvo a 10 personas por alterar el orden público y la Gobernación desmintió que los locales comerciales hayan sufrido robos.

Ante las amenazas de paralizaciones y bloqueos de vías, el Ministerio de Educación decidió suspender hoy las clases en la Sierra. (I)