Representantes de 23 comunidades pertenecientes a las nacionalidades Shiwiar, Sapara y Kichwa de Kawsak Sacha, que habitan la provincia de Pastaza, llegaron ayer a Quito para rechazar el proceso de concesión que está en marcha de los bloques 86 y 87, ubicados en la Amazonía.

De acuerdo a las resoluciones tomadas en una asamblea, entre el 20 y 21 de marzo pasado, se rechaza la licitación y se decide dejar el petróleo en tierra y declaran su territorio “intangible a perpetuidad”. También rechazan la consulta previa realizada en el 2012, pues consideran que fue ilegal.

El 23 de octubre el ministro de Energía, Carlos Pérez García, anunció que dentro de la Ronda Sur Oriental solo se concederían dos campos, el 86 y 87, ubicados en la frontera con Perú. Incluso se habló de que este proceso se lo haría con la también estatal Petroperú. En ese momento, además comentó que esos campos no tendrían problema, porque en ese sector no habitan comunidades indígenas.

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Sin embargo, ayer Marlon Vargas aseguró que al menos 5.000 miembros de comunidades viven en el territorio y se verían afectados. También reclamó al presidente Lenín Moreno que se comprometió a no ampliar la frontera petrolera y minera, pero no ha cumplido.

Édison Gualinga, presidente de la nacionalidad Shiwiar, dijo que su presencia en la capital era para anunciar al mundo que las comunidades de este sector piden a las autoridades que se respete su territorio. “No es cierto que vaya a haber un menor impacto. No queremos destruir nuestra naturaleza; queremos tener nuestra agua limpia. Nosotros sí velamos por nuestras generaciones venideras”. Entre tanto, Nema Grefa, de la nacionalidad Sapara, dijo que parte de las resoluciones de la asamblea ha sido no permitir la explotación petrolera. (I)