A favor o en contra. Son muchas las reacciones que generaron ayer la detención del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en la Embajada de Ecuador en Londres y la decisión del presidente Lenín Moreno de retirarle el asilo diplomático y la nacionalidad ecuatoriana por violar las convenciones internacionales y el protocolo de convivencia.
Desde ‘acertada’ hasta de ‘irrespetuosa’ fue calificada por gobiernos, organismos internacionales, exfuncionarios y analistas.
Para algunos, esto mejoraría la imagen del país. Como lo consideran el excanciller Heinz Moeller y el exembajador de Ecuador en Londres Mauricio Gándara, quienes aplauden la determinación.
Publicidad
“Se ha obrado bien, está dentro del marco de derechos y obligaciones que tiene el Ecuador (...) (aunque) se tardó demasiado. La comunidad internacional no entendía por qué el Ecuador seguía soportando a Assange en la embajada, al conocer que tenía su celular y laptop, de invadir en la privacidad. Hemos recuperado la imagen”. dijo Moeller.
Con esto concordó Gándara, quien señaló que la supuesta divulgación de fotos, videos y conversaciones íntimas de Moreno fue el detonante: “El Gobierno estaba sujeto al chantaje de Assange, (es) caso único en el mundo que el asilado no obedecía al que le está protegiendo. Por fin se liberó”.
Tanto Moeller como Gándara afirmaron que el país no violentó los derechos humanos de Assange, más bien fue un ‘abuso’ de quien estuvo asilado durante casi siete años.
Publicidad
“Se ha excedido la protección de derechos humanos, porque no es derecho el de espiar, ni a un gobierno, de una injerencia en la política (nacional e internacional)”, explicó Gándara.
En cambio, para el analista internacional Carlos Estarellas, el capítulo de Assange para el país quedó cerrado. Señaló que lo adecuado es dejar que las autoridades inglesas sigan con el proceso judicial: “Fue una decisión soberana y (para Ecuador) ya terminó el asunto”.
Publicidad
El expresidente Rafael Correa, quien concedió el asilo a Assange, dijo en su cuenta de Twitter que entregar al hacker a las autoridades inglesas fue una cobardía.
Los excancilleres de ese Gobierno, Ricardo Patiño y Guillaume Long consideraron que se violaron la Constitución del Ecuador y los convenios internacionales.
La presidenta de la Asamblea General de la ONU y excanciller, María Fernanda Espinosa, espera que los derechos del fundador de WikiLeaks sean respetados y protegidos, pero no quiso hablar del tema.
Durante su gestión se concedió la nacionalidad ecuatoriana a Assange, a través de un procedimiento cuestionado por su sucesor, José Valencia.
Publicidad
A nivel mundial, la primera ministra británica, Theresa May, agradeció la cooperación de Ecuador y señaló que el caso de Assange es de la justicia.
“Nadie está por encima de la ley. Este es ahora un asunto legal que está siendo abordado por los tribunales”, dijo.
Por su parte, Rusia criticó la forma del arresto. La vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, indicó que el trato a Assange crea “la plena impresión de un desdén flagrante y grosero por la dignidad humana del arrestado”.
En tanto, dos gobiernos también rechazaron y criticaron la decisión del Gobierno de Ecuador. Venezuela lo calificó de ‘atroz’ y expresó que la detención fue ejecutada de forma ‘torpe’ y ‘vergonzosa’; mientras que Bolivia dijo que se trató de una “violación a la libertad de expresión”.
Es una cortina de humo para tapar los INA Papers en el que hace algunos días se involucró al presidente y a miembros de su familia”.Enrique De La Cruz, Quevedo
(I)