La segunda causa de muerte en Ecuador son los accidentes de tránsito que matan a más hombres, incluso que las enfermedades cardiacas, según estadísticas nacionales.

Por eso, desgarradores testimonios de un bombero, un agente de tránsito, un rescatista, un paramédico y una trabajadora social conmovieron hasta las lágrimas a 300 personas que asistieron al lanzamiento de la campaña ‘Por mi vida y la de los demás’.

La iniciativa es promovida por Junior Chamber International (JCI), una organización sin fines de lucro junto con la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

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El evento se dio en el auditorio del Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN) y durante casi dos horas se habló de legislación, prevención, conciencia vial y psicología del conductor.

Los colaboradores que han presenciado muertes en las vías y han llamado a familias para darles la mala noticia contaron que su mayor temor cuando reciben una alerta es encontrarse con un familiar o un amigo entre los hierros retorcidos.

Explicaron cuál era su herramienta de trabajo y lo impotentes que se sienten al ver a los familiares llegar a una escena.

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Por eso, la ATM y JCI han capacitado a 120 mil personas desde el 2018. La mayoría son estudiantes de colegios que cumplen la participación estudiantil con Educación Vial.

Enrique Varas, coordinador de la Unidad de Educación y Seguridad Vial de la ATM, explicó que también recibieron una capacitación los conductores de unas 30 empresas privadas y transportistas.

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“Los conductores de la empresa Puerto Limpio, unos 500, fueron parte de la instrucción”, manifestó Varas.

Él mencionó que estas acciones forman parte del Pacto Vial que busca reducir muertes.

“Si el infractor recibe un curso de Educación y Seguridad Vial, las multas se reducirán; también se crearán vías más seguras y vehículos más seguros con verdaderos controles técnicos antes de la matriculación... otro punto que se busca mejorar es la respuesta inmediata a los heridos”, sostuvo Varas en el encuentro. (I)