¿Lo hará o no lo hará? Joe Biden está en estos días en el centro de atención de los analistas políticos de Estados Unidos, impacientes por saber si el popular demócrata se unirá a la lista de candidatos que aspiran a vencer al presidente Donald Trump en las elecciones de 2020.

Durante meses el exvicepresidente, un pragmático del "establishment" de Washington, ha estado en una especie de limbo político, en el que aseguró una y otra vez que iba a tomar pronto una decisión, pero sin tomarla hasta el momento.

Estuvo mirando desde un costado cómo más de una decena de demócratas, la mayoría del ala más progresista y con menos experiencia que él, se sumaban a la carrera.

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Esto podría dejar amplio espacio para un centrista pragmático como Biden, especialmente después de que el exalcalde de Nueva York, el magnate Michael Bloomberg, anunciara esta semana que no aspirará a postularse en la puja por la Casa Blanca.

Otros tres demócratas dijeron expresamente que se mantendrán alejados de la carrera: el que fuera fiscal general durante la época de Barack Obama, Eric Holder, el senador Jeff Merkley y la exsecretaria de Estado y la candidata derrotada por Trump en 2016, Hillary Clinton.

Esto deja a Biden como el estadounidense más conocido que aún duda sobre lanzar una campaña presidencial, en la que sería un claro favorito.

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En medio de las expectativas se supo de un llamativo evento en la agenda de Biden: será el orador principal en una cena del Partido Demócrata en su estado natal, Delaware.

"Una campaña muy difícil" 

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Los dos intentos anteriores de Biden por llegar a la presidencia terminaron mal, y en 2016 decidió no presentarse después de que su hijo muriera de cáncer.

Pero para 2020 encabeza ya varias encuestas, entre ellas la de esta semana de Morning Consult realizada entre votantes habilitados para las primarias demócratas, de los cuales un 31 por ciento dijo que apoyaría a Biden.

Su rival más cercano es Bernie Sanders, precandidato en 2016, que exhibe un 27 por ciento de respaldo.

El senador por Vermont es un autoproclamado socialista demócrata y es revelador que varias de las políticas liberales por las que abogó en la última carrera presidencial, como la salud universal y universidad gratuita, fueron adoptadas por varios candidatos para 2020.

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Estos parecen haberse sumado a una ola de progresismo que llevó a jóvenes liberales como Alexandria Ocasio-Cortez a ganarse una banca en el Congreso y a que los republicanos, entre ellos Trump, los califiquen de "socialistas".

Biden en general está en sintonía con los progresistas en temas sociales como el aborto y los derechos de los homosexuales, pero es más cauto a la hora de apoyar a trabajadores, fomentar a la clase media y en el manejo de la deuda estadounidense.

El "tío Joe" tiene muy buen vínculo con los votantes de la clase trabajadora en estados como Michigan, Wisconsin y Pennsylvania que Trump les robó en 2016 y que para los demócratas será crucial recuperarlos.

¿Pero podrá Biden, un hombre blanco de 76 años, competir desde el centro en un momento en el que su partido se diversifica y gira a la izquierda?

"No creo que Joe Biden represente ese algo nuevo que necesitamos", dijo Owen Evans, un votante que participó en un grupo de debate de demócratas emitido el martes en la cadena informativa CNN.

"Necesitamos una nueva economía, necesitamos una política nueva y necesitamos a alguien diferente", aseguró.

Biden experimentó un indicio de su cuestionamiento desde el progresismo la semana pasada cuando torpemente elogió al actual vicepresidente Mike Pence, quien se opone a ampliar los derechos de los homosexuales en Estados Unidos.

"Usted acaba de llamar 'un tipo decente' al líder electo más anti LGBT de Estados Unidos", le reclamó la actriz Cynthia Nixon, que se presentó como candidata a gobernadora de Nueva York y que se casó con su pareja del mismo sexo.

"Por favor considere cómo esto resuena en los oídos de nuestra comunidad".

La semana pasada, en un evento en Delaware, Biden reconoció que su familia lo estaba presionando para que se presente como candidato. Pero dijo que aún estaba pensando si debía someterlos a lo que probablemente sea "una campaña muy, pero muy difícil" contra Trump.

"No creo que (Trump) se detenga con nada, con quien sea que compita", dijo Biden, según la radio pública de Delaware. (I)