Cuando se piensa en Panamá lo primero que viene a la mente es su importante canal interoceánico para el comercio internacional, pero su capital, Ciudad de Panamá, es también un lugar para disfrutar.

Ante un viaje en el que tienes poco tiempo, separando dos días para turismo pueden ser suficientes para conocer el alma de esta ciudad, aunque si lo quieres hacer con más detalle, sí necesitas más tiempo. Pero al tener solo 48 horas, hice un recorrido exprés para conocer lo que más pude de esta linda ciudad con varias ‘personalidades’.

Museo del Canal (i) y el Palacio Municipal. Foto: Raúl Rennella

Quisiera empezar por reconocer el servicio: todos, desde el taxista hasta el camarero y el guía, te brindan su ayuda con amabilidad y, en algunos casos, con mucho conocimiento y orgullo de su ciudad.

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Sin duda, lo primero que se piensa es en ir al canal –el país no existiría sin su creación–, un hito de la ingeniería (inaugurado en 1914 y ampliado en 2016). Es visitado por miles de personas a diario para conocer su historia y ver a buques pasar (se deben revisar los horarios y la entrada para extranjeros vale $ 17). Otro aspecto por lo que se suelen ofrecer viajes a Panamá son las compras, por sus diferentes puntos comerciales, sobresaliendo el gigante Albrook Mall (el más grande de Latinoamérica). Pero más allá de esto, si se da la oportunidad de conocer la ciudad, no se va a arrepentir.

Centro de visitantes de Miraflores, del canal de Panamá. Foto: Raúl Rennella

El Panamá Viejo y el casco antiguo son patrimonio de la humanidad de la Unesco.

Empecemos por lo obvio, lo notorio al llegar, su silueta ha cambiado en los últimos 20 años y cuenta con edificios que le ponen el toque moderno y en los que puede encontrar hoteles con variedad de precios, restaurantes, tiendas y roof tops donde puede disfrutar de la vista con su bebida favorita (con o sin alcohol).

El Tornillo (F&F Tower) es uno de los edificios más fotografiados de la ciudad. Foto: Raúl Rennella

También tiene la cinta costera, que es un largo recorrido (7 km) junto al mar, en el que mientras camina puede ir viendo siempre ese perfil, aunque hay que hidratarse y protegerse del sol, porque el tiempo tropical a veces no tiene clemencia.

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Junto a lo moderno también están las raíces de esta localidad: Panamá Viejo (patrimonio de la humanidad). Este centro turístico, también reserva, guarda junto al mar la primera ubicación de la ciudad (1516), y se pueden recorrer (entrada $ 17) un pequeño museo y las ruinas de edificaciones como la catedral primada que había. Mediante un sitio web que puede abrir en su teléfono se explica lo que había y por qué luego la localidad se trasladó más adentro en tierra tras los ataques de piratas y corsarios y un gran incendio.

Sitio arqueológico de Panamá Viejo. Foto: Raúl Rennella

Algo infaltable que hacer en Ciudad de Panamá es recorrer su casco antiguo (también patrimonio de la humanidad). Caminar por sus calles, muchas con edificaciones centenarias, algunas aún en renovación –o esperándola–, es ver y reimaginar cómo era pasar por ahí en el pasado, con sus casas muy características de una ciudad tropical y costera.

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El hecho de que la Presidencia de la República esté ubicada en esta zona (en el Palacio de las Garzas) le suma más seguridad. Por lo que recorrer sus calles hasta la madrugada, varias oscuras, es algo que se hace con normalidad, o con sorpresa para los que venimos de ciudades donde no podemos hacer eso.

Esta zona, ubicada en una península, es donde los turistas prefieren ir a farrear, con restaurantes, bares y terrazas en donde la música, la comida y el baile se conjugan.

Catedral Basílica Santa María la Antigua, en la plaza Mayor. Foto: Raúl Rennella

En la plaza Mayor está la Catedral Metropolitana (siglo XVII), que puede ser un punto de referencia para empezar a recorrer el casco histórico, incluyendo el Museo del Canal, que está en una de sus esquinas y en donde se puede apreciar con detalles que este punto geográfico fue pensado desde hace siglos, mucho antes de que el canal sea una realidad, como un conector entre dos océanos, Atlántico y Pacífico, por su istmo.

Aunque Ciudad de Panamá es, como lo dije al inicio, más conocido y visitado por el canal, compras y convenciones, perderse por sus calles, sobre todo en la zona histórica, es permitirse ver cómo una ciudad puede combinar lo moderno y lo histórico, apostándole a los negocios y también al turismo. No siempre fue así, pero van por buen camino.

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