El 5 de julio, la astronauta Nichole Ayers, de la NASA, logró fotografiar desde la Estación Espacial Internacional un fenómeno poco común: un chorro gigantesco.
Publicidad
Este evento ocurre cuando una descarga eléctrica se dispara desde la cima de una tormenta hacia la atmósfera superior.


Publicidad
El 5 de julio, la astronauta Nichole Ayers, de la NASA, logró fotografiar desde la Estación Espacial Internacional un fenómeno poco común: un chorro gigantesco.