“Nunca seré madre”, grité mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Esto fue lo primero que le dije a mi neuropsicóloga y sería el tema de la siguiente hora.
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La sociedad ejerce mucha presión sobre las mujeres.


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“Nunca seré madre”, grité mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Esto fue lo primero que le dije a mi neuropsicóloga y sería el tema de la siguiente hora.