Nigeria se ha convertido en el epicentro mundial de la persecución cristiana. Según la Lista Roja de Global Christian Relief (GCR) 2025, casi 10.000 creyentes fueron asesinados entre noviembre de 2022 y 2024, consolidando al país africano como el más mortífero para quienes profesan el cristianismo.

La violencia se concentra principalmente en el norte, donde doce estados de mayoría musulmana implementaron la sharia en 1999, generando discriminación diaria contra la minoría cristiana. La situación se agravó con el surgimiento de Boko Haram en 2009, y más recientemente del Estado Islámico Provincia de África Occidental (ISWAP), quienes atacan a cristianos con el objetivo de erradicar su presencia en la región.

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Los ataques han dejado un saldo devastador: más de 50.000 cristianos asesinados en los últimos catorce años, comunidades desplazadas y un flujo de refugiados que supera los cuatro millones, en su mayoría agricultores cristianos. Las autoridades nigerianas han sido criticadas por su incapacidad para frenar la violencia, considerada por algunos como genocidio.

La persecución no se limita al norte: en la franja central de Nigeria, pastores fulani radicalizados también atacan a cristianos para despojarlos de sus tierras, extendiendo la crisis más allá de sus fronteras tradicionales. En septiembre de 2025, un solo ataque en el estado de Borno dejó más de 60 muertos, evidenciando la persistencia de la violencia.

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Nigeria es el país más poblado de África, y sus cristianos representan aproximadamente tres cuartas partes protestantes y una cuarta parte católica. A pesar de la violencia, la fe cristiana continúa creciendo: se proyecta que para 2050 Nigeria tendrá la tercera población cristiana más grande del mundo, con 211 millones de creyentes.

Brian Orme, director ejecutivo de Global Christian Relief, organización sin fines de lucro que apoya a cristianos perseguidos en todo el mundo, enfatiza la responsabilidad moral de apoyar a los cristianos nigerianos: “Como seguidores de Jesús, tenemos la responsabilidad espiritual y moral de apoyarlos. Esto significa orar por la paz en Nigeria y usar nuestras voces para fomentar un liderazgo sabio aquí en nuestro país”.

Según Global Christian Relief, en las últimas semanas, miembros del Congreso estadounidense han instado a la Casa Blanca y al Departamento de Estado a incluir nuevamente a Nigeria en la lista de País de Particular Preocupación, una designación que reconoce a los gobiernos que toleran o permiten graves violaciones de la libertad religiosa. (I)