La pandemia por coronavirus (o COVID-19) ha provocado una elevada tendencia hacia el teletrabajo y el confinamiento voluntario (antes obligatorio), entre otras situaciones que han puesto a prueba nuestra capacidad de resiliencia. Los más jóvenes se han refugiado en los tiktoks, mientras que los adultos confían en la pronta llegada de la vacuna salvadora.

Ahora intente explicarle ese párrafo a su mente estacionada en diciembre del 2019. Le sería imposible, a pesar de que buena parte de esas palabras fueron las más populares y usadas en el año 2020 entre los países hispanoparlantes, según la Real Academia Española, que terminó escogiendo a confinamiento como la palabra cumbre de ese calendario tan raro para el mundo y para el idioma.

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'Confinamiento' fue la palabra más popular del 2020, según la RAE. Foto: Shutterstock

¿Más términos que tomaron vuelo en esos meses? Infodemia (cantidad excesiva de información), conspiranoia (tendencia a suponer que determinados hechos forman parte de una conspiración) y hasta sanitarios (personal que trabaja en el sector de la salud), el cual antes se usaba para referirse exclusivamente a los tan necesarios servicios higiénicos.

El azote de COVID-19 ocurrido hace aproximadamente un año (el 11 de marzo de 2020 fue declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud) reconfiguró una realidad física que, por supuesto, también se construye desde el idioma. Más allá de si trabajamos en el área de salud o no, fue necesario familiarizarse con nuevos términos y expresiones para darle forma a la nueva estructura social y sus cambios para adaptarnos poco a poco. Con un poco de humor –y sin minimizar la gravedad de la situación– queremos recordar algunas de estas frases que se volvieron muy populares en todo el mundo.

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Quédate en casa

Posiblemente sea la primera frase que nos invitaba a darnos cuenta de la terrible crisis sanitaria que comenzaba a vivir el mundo. ¿Cuántos escépticos hubo que no creían que permanecer en casa era lo más aconsejable? Lamentablemente aún hay millones que siguen considerando que las restricciones por la pandemia son una exageración. Casi paralelamente apareció una canción que nos llenó de optimismo: Resistiré, primero entonada por una treintena de artistas españoles que al parecer unieron sus voces a través de plataformas de videoconferencia, ya que respetaban la cuarentena (otra palabra popular). Ese fue, quizás, el primer llamado a tener una actitud positiva de resiliencia, término que, por cierto, describe la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente o, en este caso, una pandemia.

Emergencia sanitaria

Así comenzaron a describir los medios de comunicación lo que comenzaba a ocurrir. Mientras, los memes en las redes sociales respondían: ¡Ahhh, vamos a moriiiiir!, pero debemos mantener la calma. Conservaremos nuestra buena salud si seguimos esforzándonos por, entre otras acciones, evitar la calle y las aglomeraciones, lavarnos las manos con frecuencia y jamás tocarnos los ojos, boca o nariz cuando nos encontremos fuera de casa. Emergencia ya es una palabra que nos pone en alerta y cargados de nervios pero, sin llegar al pánico pandémico, mantengámonos disciplinados usando la mascarilla correctamente. La verdadera alarma es ver a alguien que la lleva en la barbilla, colgada de una oreja o con la nariz afuera.

Mantenga la distancia social

Recomendación vital que ahora vemos sobre carteles en todo espacio público. La pandemia nos obligó a reconsiderar nuestra relación con el espacio físico y con quienes lo compartimos. Curiosamente, al fin hemos visto los frutos de haber aprendido a tomar distancia en las formaciones escolares. ¿Recuerda? Ahora esa habilidad resulta esencial para evitar contagios que podemos llevar incluso a nuestra familia en casa. Respete los letreros adhesivos que ahora suelen estar pegados en el piso para advertir sobre el grave riesgo de acercarnos a desconocidos.

Aplanar la curva

Mientras los contagios aumentaban, semana a semana veíamos que esa línea estadística subía, subía, subía y seguía subiendo para formar algo parecido a un electrocardiograma siempre ascendente. Las medidas de control sanitario siempre han buscado que esa elevación se detenga para mantenerse a una misma altitud, lo cual era descrito técnicamente como aplanar la curva. Con el tiempo, y noticiario tras noticiario, la meta de “aplanar la curva” se volvió una gran cruzada nacional. Algo así como el objetivo de clasificar a un mundial de fútbol, pero sin pelota.

‘Contamos con todas las medidas de bioseguridad’

Tras pasar la primera ola de contagios, poco a poco las actividades comerciales se reactivaron (sí, reactivación es otro término popular del 2020) y para brindar seguridad a sus visitantes, los comercios y tiendas comenzaron a afirmar que contaban con todas las medidas de bioseguridad (para evitar contagios). ¡Protocolos fue otra palabra que se multiplicó en las conversaciones como grillos en invierno! Usted sabrá por experiencia personal si los lugares que visitó cumplían o no con esta disposición, pero en todo caso observar dispensadores de alcohol en gel en las puertas de ingreso de lugares públicos es ahora parte de nuestra nueva normalidad (sí, esa es otra frase de nuestra actual cotidianidad).

‘Tienes apagado el micrófono’

¿Le suena? ¿Suele decirla o escucharla como alerta? Aplica cuando el participante de una videoconferencia habla y habla durante una reunión de Zoom o Meets y solo podemos verlo gesticular y mover los labios, pero no escuchamos su voz porque se ha olvidado de hacer clic en el ícono del micrófono para activar el sonido. Más de uno tuvo que retomar su discurso desde el inicio luego de preguntar ¿Ahora sí me escuchan?’. Pero también ocurre lo contrario. Muchos han sufrido momentos muy embarazosos por cosas que no debieron escucharse jamás en una reunión de trabajo, por no haber apagado su micrófono. Seguro también le ha pasado.

Quizás también le ha ocurrido la necesidad de reinventarse para reactivar su economía, y de aprovechar algún momento para aprovechar los espacios abiertos y escapar de las maratones en Netflix, Amazon Prime o Disney+. Esperamos que todo mejore cuando llegue definitivamente la vacuna, ya sea de Pfizer, AstraZeneca, la rusa Sputnik V o la china de Sinovac, para paulatinamente lograr una inmunidad de rebaño, claro, primero inoculando al personal de primera línea.

Mientras tanto, nosotros seguiremos hablando. (I)