Qatar se está tomando muy en serio la Copa Mundial de Fútbol, al punto que el Gobierno qatarí ha enviado al 80 % de los funcionarios públicos a hacer teletrabajo hasta el 19 de diciembre, mientras que las escuelas redujeron la carga horaria semanas antes del torneo y cerraron desde que se inició.
Acas, una empresa que se dedica a la mediación entre empleados y empleadores, considera que mantener en el sitio solo a los empleados cuya labor presencial es imprescindible fue una buena decisión.
Publicidad
Calendario y fixture del Mundial de Qatar 2022 en PDF para descargar e imprimir
“Los negocios deberían tener de antemano una serie de acuerdos para permanecer productivos, pero manteniendo a los trabajadores de su lado”. Entre las recomendaciones de la ejecutiva Susan Clews está:
- Organizar un buen calendario de turnos.
- Evitar sanciones innecesarias o despidos intempestivos.
- Ser flexibles, ofreciendo a los fanáticos del fútbol la posibilidad de entrar más tarde o terminar más temprano la jornada, habiendo fijado una fecha de recuperación de ese tiempo.
- Permitir que los colaboradores presenciales vean la radio o la televisión, hagan sus pausas que coincidan con los partidos o cambien sus turnos.
Asimismo, Clews recomienda a los empleados que la emoción no los lleve a ganarse una ‘tarjeta roja’ por hacer exigencias excesivas o por tener comportamientos inapropiados, como abandonar sus puestos sin explicaciones.
Publicidad
Paúl Murillo, gerente de Consultoría y Formación de Adecco Ecuador, sugiere a los trabajadores entender que la flexibilidad significa llegar a acuerdos y cumplir objetivos como:
- Fechas de entrega puntuales y medibles.
- Cumplimiento de las tareas asignadas según la función y cargo de cada colaborador.
- Adelanto de tareas o desplazamiento de la hora de entrada y salida.
- Horarios compartidos, manejando la jornada de acuerdo con las necesidades y objetivos, dejando espacio para ver los partidos.
La recomendación más práctica para las empresas es la designación de salas comunes donde todos puedan compartir en un horario destinado a un partido específico según la selección de su preferencia. Y permitir que los empleados lleven aportes simbólicos, como banderas o camisetas.
¿Ver los partidos durante la jornada? Por qué no, dice la agencia de talento Robert Half. “Permitir que un grupo vea el partido juntos puede construir relaciones entre departamentos que no interactuarían de otra manera. Arregle la sala de conferencias o encienda el televisor de la cafetería, incluso si debe dejarlo en silencio”.
El costo de ser rígidos ante un acontecimiento como el Mundial puede perjudicar “enormemente” a una compañía, dice Murillo, y se verá reflejado en el nivel de involucramiento y reconocimiento corporativo. Una postura que se percibe inaccesible e impositiva no genera compromiso. Y la productividad se reducirá, porque cada quien buscará la manera de presenciar esta oportunidad que ocurre cada cuatro años (en diferentes escenarios) y lo hará desde su teléfono o computadora.
Todas las mascotas que ha tenido el Mundial de Fútbol
Por su parte, la firma legal británica Flint Bishop tiene algunas observaciones sobre el uso de redes sociales y buscadores. Es mejor tener reglas claras sobre el uso de la web, y si hay un equipo de monitoreo, hay que informarlo a todos los empleados. Para evitar la tentación de ver partidos a escondidas en el teléfono o en la computadora, es mejor designar áreas con este fin.
Es un buen momento para recordar a todos la importancia de usar un lenguaje aceptable en las redes sociales durante el Mundial, especialmente cuando el perfil de un empleado lo identifica con la organización.
El festejo con bebidas siempre debe quedar fuera del horario de trabajo. Las políticas sobre el consumo de alcohol y otras sustancias sí debe reforzarse en esta temporada.
Si bien las empresas no están obligadas a dejar que la gente vea los partidos, sería sabio crear un acuerdo claro y justo que permita que el negocio siga operando, mientras permite que los que deseen ser testigos de los goles puedan levantarse un momento y seguir las incidencias.
Y WorkSmart, la app de asesoría laboral, tiene un aporte más: ser justos con los que no son aficionados al fútbol, para que no se queden haciendo la mayor parte del trabajo mientras los demás disfrutan. Que los televisores y radios no alteren la quietud de todos los ambientes de trabajo. Y que este grupo reciba similar flexibilidad de acuerdo con sus propios intereses. (I)