El Centro Comercial Terminal, ubicado dentro de la Terminal Terrestre Jaime Roldós Aguilera, se ha consolidado como un espacio estratégico en Guayaquil. Con más de 300 locales e islas, ofrece una amplia variedad de opciones que van desde moda y tecnología hasta supermercados, bancos y gastronomía, convirtiéndose en un punto de encuentro tanto para viajeros como para compradores locales que buscan precios de outlet en una ubicación accesible.
Desde el 2024 el centro comercial dio un paso firme hacia la modernización con la renovación de sus islas comerciales, un proceso que priorizó la iluminación, la funcionalidad y el orden. El objetivo: fortalecer la experiencia del visitante y brindar a los comerciantes espacios más atractivos y uniformes que transmitan confianza.
El proyecto de remodelación ha sido recibido con entusiasmo por los microempresarios, quienes han invertido junto a la Fundación Terminal Terrestre para unificar la imagen de las islas. “La imagen ha sido súper importante. Ahora tenemos pérgolas y un diseño alineado que transmite orden. Antes cada comerciante tenía su estilo, pero ahora todos trabajamos bajo una misma línea y eso genera confianza en el cliente”, relata Magaly Zambrano, administradora de la isla Yukkita Express desde hace siete años.
Zambrano recuerda que, en sus inicios, la terminal era vista únicamente como un punto de partida para los viajes. Hoy, en cambio, reconoce que el espacio ha mutado en un centro comercial que atrae a familias enteras. “Ya no solo vienen por un bus, vienen porque saben que aquí encuentran marcas, comida y servicios que no hallan en otros lugares”, afirma.
Algo similar opina Miguel Roa, propietario de M&M Comunicaciones, quien resalta que los clientes ahora perciben la terminal como un espacio moderno, iluminado y organizado. “Es un cambio entre el pasado y la actual administración, que se toma en serio nuestro trabajo”, comenta.
Un impacto más allá de lo visual
Para la Fundación Terminal Terrestre, esta inversión responde a un objetivo más amplio: fortalecer el papel del centro comercial como motor económico. “Con esta renovación queremos devolverle a la terminal su papel como corazón comercial de la zona, dignificando los espacios de trabajo de nuestros comerciantes y mejorando la experiencia del ciudadano”, sostiene Carlos Asanza, gerente general de la entidad.
La remodelación beneficia a 62 islas interiores y representa un esfuerzo colectivo que integra a los locatarios en un proceso de mejora continua. Más que una obra estética, se trata de una apuesta por la formalidad, la seguridad y la competitividad en un espacio pensado para el público que combina compras, servicios y transporte.
Quienes recorren la terminal con frecuencia también han notado el cambio. Lucía Torres, de 72 años, viaja dos veces por semana a Yaguachi y asegura que la renovación ha hecho más agradable su experiencia. “Yo vengo aquí desde hace muchos años, y ahora todo se ve distinto: más ordenado, con más luz. Antes uno solo pensaba en tomar el bus rápido, pero ahora también aprovecho para comprar algunas cosas. Se siente más cómodo y agradable”, comenta sonriente mientras aguarda en la sala de embarque.
Con casi dos décadas desde su remodelación en 2007, el Centro Comercial Terminal consolida su doble papel: ser la principal estación de transporte terrestre del país y, al mismo tiempo, un espacio comercial moderno con precios competitivos y variedad de servicios.
La renovación de sus islas comerciales reafirma esa identidad. Un lugar donde se generan empleos, se dinamiza la economía local y se mueve la vida cotidiana de miles de usuarios cada día. (I)
