Un asteroide del tamaño de un autobús escolar pasó cerca de la Tierra el pasado 3 de septiembre. Los cálculos de la NASA confirman que no volverá a aproximarse tanto a nuestro planeta hasta dentro de 100 años.

La roca espacial, identificada como 2025 QV5, fue detectada el 24 de agosto y tiene unos 11 metros de diámetro. Se desplazó a más de 22.000 kilómetros por hora mientras cruzaba el espacio en dirección a la órbita terrestre.

El objeto alcanzó su punto más cercano a unas 805.000 millas de la Tierra, el doble de la distancia que nos separa de la Luna. Según expertos, este margen es lo suficientemente amplio para descartar cualquier riesgo de impacto.

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Los astrónomos destacan que el asteroide sigue una órbita casi circular alrededor del Sol, completando el recorrido en poco menos de un año. En su trayecto suele desplazarse entre la Tierra y Venus, lo que explica sus aproximaciones periódicas.

Aunque el 2025 QV5 no representa una amenaza, los científicos aprovechan estas oportunidades para estudiarlo. El radar de Goldstone, en California, ya lo incluyó entre sus objetivos con el fin de obtener imágenes más detalladas y seguir sus movimientos.

Los registros indican que el asteroide realizará nuevos acercamientos en 2026 y 2027, pero a distancias mucho mayores. El más próximo, previsto para el próximo año, se producirá a más de 5 millones de kilómetros de la Tierra.

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El encuentro más cercano posterior será recién el 4 de septiembre de 2125, cuando se calcule que pasará a 1,3 millones de kilómetros de nuestro planeta. Sin embargo, esa predicción podría variar con el tiempo a medida que se sumen observaciones.

Los expertos aclaran que los asteroides pueden modificar sus trayectorias por interacciones gravitacionales con otros cuerpos. Eso significa que, aunque las probabilidades de impacto sean nulas hoy, la ciencia seguirá monitoreando cada desplazamiento. (I)