Desde 2014, Maite Marin pinta con acuarelas y acrílicos en su propuesta “Maite arte con sentido”, pero fue en 2021 cuando dio un giro al aceptar pintar en vivo durante una boda. “Al comienzo tuve miedo, porque no es lo mismo pintar en el estudio que frente a todo el mundo, pero la reacción de la novia al recibir su cuadro fue lo que me terminó de enamorar”, recuerda.

Ilustraciones estilizadas en acuarela de los invitados.

Su propuesta tiene dos formatos. El primero es el cuadro de los novios, donde se retratan con acrílicos los elementos más significativos para ellos de su matrimonio. “Lo que hacemos es crear una composición con los elementos más importantes que, cada vez que vean su cuadro, los haga regresar a ese momento”, explica. El segundo son ilustraciones estilizadas en acuarela para los invitados, realizadas en un promedio de 5 minutos. “Son siluetas rápidas pintadas en acuarela, para que los invitados se lleven un recuerdo de ese día”, detalla. Los paquetes de cuadros parten desde $ 750, mientras que las ilustraciones rápidas comienzan en $ 500. Hasta ahora, Marin ha pintado alrededor de 40 cuadros de novios, cada uno convertido en una pieza única.

Foto: Cortesía

Para la artista, la diferencia de su propuesta radica en el valor emocional y simbólico. “En realidad, estamos creando una obra que al final es una herencia, porque es algo que va a quedar en tu familia y que vas a poder heredar de generación en generación”, afirma. Aunque reconoce que esta tendencia apenas empieza a abrirse espacio en Ecuador, su motivación sigue siendo la misma: plasmar recuerdos que perduren. “No sé cómo va a continuar aquí en el mercado; yo estoy disfrutando y me encanta. Es un honor pintar las historias de los novios que he podido retratar”, concluye.