Nacida en La Spezia, Italia, pero ecuatoriana de corazón, esta bióloga de 41 años, con una maestría en Administración Ambiental y múltiples diplomados en Economía Pesquera, Conservación de la Biodiversidad y Negocios Sostenibles, ha encontrado en el océano no solo su vocación, sino también su refugio y motor de cambio. Desde niña, Daniela sintió una conexión profunda con el mar.