La miel es el resultado de un proceso realizado por las abejas, que utilizan como materia prima el néctar que obtienen de las flores, de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas (áfidos), que lo mezclan con otros elementos menores y procesan. Durante la recolección del polen y el néctar de las flores, las abejas contribuyen a la polinización de los cultivos comerciales, mejorando los ciclos productivos y de las flores silvestres: de esta manera favorecen la biodiversidad ambiental.