La proteína en polvo es uno de los productos más importantes de la industria de suplementos alimentarios. Según la proveedora de datos de mercado Statista, se espera que el sector de la proteína en polvo, en Estados Unidos, tenga un valor de 5.32 mil millones de dólares en 2022.

Son suplementos ricos en proteínas derivados de fuentes de alimentos integrales de origen animal y vegetal. Los polvos vienen en una variedad de sabores y se pueden mezclar con agua, leche, y batidos para aumentar la ingesta de proteínas.

Algunas personas lo usan para tener un mayor crecimiento muscular, mientras otras lo usan porque quieren consumir más proteínas de las que obtienen solo de los alimentos. La proteína es un componente importante para los músculos, el cabello, la piel y las uñas.

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Si bien la ingesta diaria recomendada de proteína para la población general varía entre 0,8 gramos a 1 gramo (g) por cada kilogramo (kg) de peso corporal por día (es decir, aproximadamente 70 g diarios de proteína para una persona de 70 kg), las necesidades para una persona que quieren cambiar su composición corporal son diferentes.

Según explica la nutricionista general y deportiva, y máster en Nutrición y Salud Pública, Paola Neme, las personas que quieren ganar masa muscular ”deben elevar la ingesta de proteína diaria a 1.6g/kg de peso”, aunque señala que en ciertos escenarios este incremento podría ser mayor, como por ejemplo subir masa muscular en déficits calóricos o facilitar la rehabilitación ósea o muscular después de una lesión.

Aspectos positivos de las proteínas en polvo

La facilitad para adquirir este macronutriente es uno de los grandes beneficios que ofrece la proteína en polvo. “Cuando los requerimientos de proteína de una persona son elevados y se dificulta llegar a esta cantidad ya sea por falta de accesibilidad a alimentos proteicos, gustos personales o presencia de alguna intolerancia, la proteína en polvo facilita la ingesta de proteína”, indica Neme.

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La nutricionista también señala que “la proteína en polvo suele ser una opción rápida para aquellos atletas o personas físicamente activas que tienen tiempo limitado para comer o recuperarse después de haber realizado ejercicio”.

Asimismo, varios de estos polvos contienen los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo, por lo que el uso de estos productos puede ayudar a fortalecer el cuerpo.

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Aspectos negativos de las proteínas en polvo

Entre una de las creencias que se tiene sobre el consumo de proteínas es que esto puede llevar a una ingesta excesiva de proteínas, lo que podía ocasionar complicaciones de salud. Sin embargo, Neme apunta que existen varios estudios que han demostrado que un consumo alto de proteínas “no lleva a problemas de salud en personas saludables”.

No obstante, también menciona que en general estos suplementos “son muy poco regulados”, por lo que se debe tener en cuenta la pureza de los ingredientes del producto, si tiene certificaciones externas y si el fabricante de la marca es confiable, para asídisminuir el riesgo de consumir sustancias ‘extrañas’ mas allá de solo proteína”.

Un artículo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard señala que existen peligros ocultos al consumir proteínas en polvo, como la posibilidad de padecer molestias digestivas y que estos polvos pueden tener un alto contenido de azúcares añadidos y calorías, al punto de que algunos productos pueden convertir un vaso de leche en una bebida con más de 1200 calorías. Esto representaría el riesgo de aumentar de peso y un incremento poco saludable de azúcares en la sangre.

Asimismo, citan una informe de un grupo sin fines de lucro llamado Clean Label Project en el que encontraron toxinas en proteínas en polvo. Los investigadores examinaron 134 productos en busca de 130 tipos de toxinas y encontraron que muchas proteínas en polvo contenían metales pesados (plomo, arsénico, cadmio y mercurio), bisfenol-A (BPA, que se usa para fabricar plástico), pesticidas u otros contaminantes con enlaces al cáncer y otras condiciones de salud. Por ejemplo, una proteína en polvo contenía 25 veces el límite permitido de BPA.

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Este tipo de casos sirve como ejemplo para revisar que la proteína en polvo que se vaya a consumir sea de una marca segura y confiable.

Recomendaciones de consumo de proteína en polvo

Neme recomienda que, tras verificar que la proteína en polvo que se vaya a usar sea la correcta y que tenga certificaciones externas que garanticen la pureza de sus ingredientes, estos polvos se podrían consumir como un snack de recuperación después de entrenar acompañado de una fruta, o como un aperitivo de media tarde cuando se vaya a pasar muchas horas sin comer, ya que la proteína aporta saciedad, afirma.

La experta en nutrición y alimentación también sugiere que se puede usar este producto como la fuente de proteína en un desayuno cuando no hay accesibilidad a alimentos proteicos como leche, yogurt, quesos, o huevos. (I)