Una buena alimentación es el pilar de una vida sana, pero sus beneficios se extienden mucho más allá. La medicina culinaria es una disciplina que se dedica a investigar las formas en las que la comida puede prevenir, controlar y tratar enfermedades, incluso las más crónicas.
Esta teoría se basa en que la calidad de los alimentos que consumimos y la dieta que llevamos afecta al organismo o lo vuelve más saludable. Por ejemplo, una dieta que consiste en su mayoría de alimentos procesados tiende causar a la larga enfermedades cardiovasculares.
Al contrario, si una persona con una enfermedad cambia su alimentación con productos sanos y ricos en nutrientes, suele mejorar su condición física.
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La medicina culinaria, entonces, es una técnica que combina las ciencias nutricionales con el arte culinario como una forma de tratamiento médico complementario.
“Una dieta saludable puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades, mientras que una dieta poco saludable puede aumentarlo”, explica Nate Woods, director de Medicina Culinaria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, quien es un precursor de esta disciplina.
El experto señala que una dieta basada principalmente en plantas también ha logrado que la diabetes tipo 2 entre en remisión, y el consumo de frutos secos además evidencia fortalecer la salud cardiovascular.
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“Es importante comer una variedad de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, semillas y legumbres enteras y mínimamente procesadas, y no necesariamente preocuparse por consumir un alimento en particular para tratar una afección específica”, agrega Woods.
Cómo aplicar la medicina culinaria en la vida diaria
Según un estudio publicado en la Revista Mexicana de Pediatría, hay varias formas en las que se pueden adoptar técnicas nutricionales para la medicina culinaria en la vida diaria. Un primer paso es preparar comida en casa, en vez de comprarla preparada.
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Los alimentos ultraprocesados, como la comida rápida, no aportan con todos los nutrientes que requiere el cuerpo para una vida saludable. Mientras que una comida preparada en casa y que contenga una ración de proteína, verduras y frutas sí cubre los requerimientos del organismo.
“Quienes practican esta disciplina aprenden a preparar los alimentos de manera rápida, sencilla, sabrosa y entretenida (...), incorporando vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, semillas y especias”, explica el artículo.
Una de las dietas que se recomienda seguir es la dieta mediterránea, basada en pescados, frutas, vegetales y granos. Es una de las más beneficiosas para el organismo debido a que limita la cantidad de carne roja y carbohidratos que se consumen, y múltiples investigaciones científicas han demostrado que con esta alimentación se reducen las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad, incluso en personas con sobrepeso y obesidad.
De acuerdo con Woods, es importante también considerar otros factores, como la frescura de los alimentos. El médico menciona que los alimentos frescos u orgánicos no siempre son los mejores, y que no es dañino consumir alimentos enlatados siempre y cuando sean bajos en sodio.
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Sin embargo, el experto destaca que comer alimentos poco saludables de vez en cuando no debería avergonzarnos: “La comida no es solo medicina, sino también cultura, amor y comunidad. Merecemos disfrutarla”.
(I)