Pese a que cada vez más son las personas vacunadas en el mundo contra el covid-19, los expertos continúan recomendando el uso de mascarilla, el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos, como medidas para evitar cualquier posibilidad de contagio.

Lavarse las manos constantemente es un hábito ya popular antes de la pandemia, que se reforzó en el último año y medio, y que deberíamos mantener por siempre por todos sus beneficios. No solo evita que nos enfermemos de coronavirus, sino también de muchas otras patologías.

La popularización del lavado de manos

Por ejemplo, lavarse las manos después de ir al baño es fundamental, ya que se ha demostrado que reduce la incidencia de diarrea hasta en un 40 por ciento. El coronavirus se puede transferir a través de las heces y un solo gramo de heces humanas puede contener un billón de gérmenes, se indica en una publicación de The New York Times.

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La importancia del lavado de manos la popularizó el cirujano del siglo XIX Joseph Lister, cuando aún no existían los guantes quirúrgicos. Él demostró que la desinfección preoperatoria era la clave para prevenir infecciones en heridas quirúrgicas. Lavarse las manos con jabón y agua tibia, durante cinco minutos se convirtió en un protocolo aceptado a fines del siglo XIX. En ocasiones, usando también un cepillo.

Luego aparecieron los guantes estériles, pero esto no disminuyó la importancia del lavado de manos entre los cirujanos. Se ha evidenciado que, luego de una cirugía, alrededor del 18 por ciento de los guantes tienen pequeños pinchazos que los cirujanos no notan más del 80 por ciento de las veces. Y cuando una operación dura dos horas, es probable que más de un tercio de los guantes de los cirujanos tengan agujeros.

Lavarse las manos correctamente

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y casi todos los especialistas en salud pública han repetido en varias ocasiones que un lavado de manos correcto consiste en hacerlo con agua y jabón durante al menos 20 segundos.

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La agencia recomienda usar agua corriente limpia (tibia o fría), jabón común, enjabonarse y luego frotarse las manos, por delante y por detrás y entre los dedos. Después de la espuma de 20 segundos, enjuagarse bien las manos para eliminar la suciedad y los gérmenes y minimizar la irritación. Luego, secar las manos al aire durante 20 segundos o usar una toalla limpia para secarlas; las manos mojadas son vectores de transferencia de gérmenes.

Ya que contar por 20 segundos puede volverse tedioso para algunos, los CDC aconsejan usar como temporizador la canción Feliz Cumpleaños. Lo correcto es cantarla o tararearla de principio a fin dos veces para lograr un buen lavado de manos.

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Cuando no hay agua y jabón disponibles, la alternativa es usar un desinfectante para manos a base de alcohol, para así eliminar gérmenes y bacterias. (I)