Un corazón sano es una meta alcanzable. Con un conjunto de pruebas sencillas y bien aplicadas, los laboratorios modernos pueden revelar riesgos antes de que aparezcan los síntomas y así guiar a cada persona hacia hábitos más saludables y tratamientos oportunos.

En este sentido, la doctora Vicenta Cevallos, subdirectora técnica de Interlab, señala que es muy importante conocer el perfil lipídico completo de un paciente, ya que muchas enfermedades del corazón no dan síntomas hasta encontrarse en fases avanzadas.

Explica que con estas pruebas se pueden valorar el colesterol total, las lipoproteínas HDL y LDL, los triglicéridos y algunos índices que denotan el riesgo de aterogénesis, que lleva a depósitos de colesterol en las arterias; al igual que la proteína C reactiva ultrasensible, que revela estados inflamatorios silenciosos en el organismo.

También es clave evaluar el metabolismo de carbohidratos “mediante las pruebas de glucosa en ayunas, HbA1c, índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), así como la evaluación de la función renal a través de las pruebas de creatinina y cistatina C con el valor estimado de filtración glomerular”.

En el caso de los pacientes sintomáticos, señala que el médico puede solicitar pruebas específicas como enzimas cardíacas, troponinas de alta sensibilidad, péptido natriurético tipo B (proBNP), mioglobina o dímero-D, entre otras, que nos permiten evaluar daño cardíaco, riesgo trombótico o insuficiencia cardíaca.

Confianza y vanguardia

Cevallos enfatiza que Interlab cuenta con tecnología automatizada de última generación y un menú amplio de pruebas. Desde las básicas hasta estudios genéticos avanzados, mediante ICP-masas, PCR o secuenciación de próxima generación para detectar variantes patológicas, el laboratorio acompaña a los médicos en la interpretación clínica de los resultados de forma ágil y confiable.

La médica menciona que, si los resultados de los exámenes de un paciente son normales, “es una buena señal, pero no significa descuidarse. Lo ideal es continuar con hábitos saludables y repetir el control periódicamente, según le indique su cuidador de la salud”. En caso de alteración, el siguiente paso dependerá del perfil del paciente: reevaluación en semanas, ajustes en el tratamiento o derivación a un cardiólogo.