Para las personas que sufren de problemas para dormir, el yoga puede ser más que una serie de posturas complicadas y gente flexible en las redes sociales; es una práctica milenaria que ayuda a conectar cuerpo y mente.
Este es el ejercicio de yoga facial que elimina en un minuto los estragos de una mala noche
Como explica Dalicer Beatriz Cedeño Aguilera, profesora de yoga en España, consultada por la revista Women’s Health, “la base del yoga es la respiración”.
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Esta respiración consciente conecta con el sistema nervioso, especialmente con el sistema parasimpático, el encargado de proporcionar calma y relajación. Esto significa que, mientras se practica yoga, el corazón se toma un descanso, los músculos se relajan y se pueden deshacer del estrés acumulado del día.
Con el yoga se puede dejar atrás ese ruido mental que a veces no deja dormir en paz.
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¿Cómo puede ayudar el yoga a dormir?
Hay ciertas posturas de yoga que pueden servir a la hora de descansar. Según la experta, estas asanas favorecen una rápida y profunda relajación y sus efectos se pueden comparar con haber dormido cinco horas seguidas.
“Estas posturas estimulan el sistema nervioso, especialmente el sistema parasimpático, promoviendo una correcta circulación sanguínea y un mejor funcionamiento corporal. Todo esto facilita un estado de relajación ideal para conciliar un sueño reparador”, explica la experta.
Puedes incorporar algunas posturas en tu rutina antes de dormir.
1. Balasana (Postura del niño)
Esta postura es un salvavidas. Al estirar la columna, alivia tensiones en la espalda, el cuello y la cabeza. El contacto de la frente con el suelo calmará la mente.
Para realizarla, apoya las rodillas y los empeines en el suelo, siéntate en tus talones y deja caer la frente al suelo. Extiende los brazos hacia adelante o déjalos a los lados, totalmente relajados. Mantén la postura entre 2 y 5 minutos, respirando profundamente.
2. Sarvangasana (Postura de la vela)
Acostada boca arriba, levanta las piernas hacia el techo y utiliza tus antebrazos para elevar las caderas. Coloca las manos en la parte baja de tu espalda para apoyarte. Este ejercicio aumenta el flujo sanguíneo hacia la cabeza y promueve la relajación. Mantén la postura entre 1 y 2 minutos, respirando de forma tranquila.
3. Anandha Balasana (Postura del bebé feliz)
Acuéstate boca arriba, dobla tus rodillas hacia el pecho y lleva las plantas de los pies hacia el techo, sujetándolas por los lados. Intenta llevar las rodillas hacia el suelo mientras balanceas suavemente tu cuerpo de lado a lado. Esta postura te llenará de alegría y relajación. Mantente en ella entre 2 y 3 minutos.
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