Querámoslo o no la edad avanza y no sola. Con ella apura el paso el metabolismo, que al pisar la vía de los 40 años, de no tener el conductor del vehículo llamado cuerpo, puede llevarse varias cosas por delante, entiéndase el peso que soñó y cuidó y la masa muscular.
El metabolismo tiene sus maneras para preocupar a muchos. Se delata aumentando la grasa abdominal y restando fuerza a los brazos, por ejemplo.
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Y es que cuando se comienza a envejecer, el metabolismo cambia.
En términos médicos, “quema menos calorías y descompone los alimentos de manera diferente. También pierde músculo magro. La pancita de la mediana edad puede convertirse en una gordura generalizada”, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
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El metabolismo cambia
El Dr. Mark Mattson señala a los NIH: “A medida que envejecen, en algún momento todas las personas pierden masa muscular y ganan grasa abdominal”.
Habla de cómo el sedentarismo impacta negativamente en el metabolismo.
Comer en exceso influye. Mattson explica que en los cambios relacionados con la edad hay un elemento a tomar en cuenta “y es la sustancia química llamada leptina, que ayuda al cerebro al indicarle que deje de comer”.
Esas señales de la leptina no funcionan igual de bien a medida que la persona envejece.
¿Cómo reconocerlo? Por ejemplo, si la persona sigue con hambre después de comer, difunden los NIH.
Además, el envejecimiento y la obesidad “también pueden modificar la forma en que el cuerpo procesa la glucosa”. Esto puede abrirle la puerta a la diabetes.
La masa muscular
Mantener la masa muscular a medida que se envejece es esencial para prolongar una vida feliz y saludable, informan en Abbott.
El reumatólogo Antonio Ponce dice que “el envejecimiento provoca una pérdida de la masa muscular (sarcopenia).
“Comenzamos a perder músculo a partir de los 35 años”, expresa Ponce.
¿Se puede prevenir la pérdida de masa muscular?
- Sí se puede prevenir.
Para Ponce, “existe un poderoso remedio: levantar pesas”.
Los ejercicios o entrenamientos de fuerza ayudan a detener la pérdida muscular que se produce con el envejecimiento, dice.
Recomendaciones:
- Mejora la alimentación
- Consume fuentes de proteína provenientes de carnes magras, pescado, huevo o frijoles, plantean en Abbott.
- Incorpora vegetales, frutas, cereales integrales, proteínas, grasas buenas, añaden.
- Consulta si puedes consumir vitaminas y minerales clave como el calcio y la vitamina D.
- Haz ejercicios. Muévete. En AARP proponen los ejercicios aeróbicos: correr, nadar, jugar básquetbol, fútbol, etc. (I)