La esteatosis hepática, comúnmente conocida como hígado graso, ocurre cuando se deposita grasa en el hígado, un órgano que se encarga de la depuración de toxinas.
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Factores como la obesidad, resistencia a la insulina y el consumo excesivo de alcohol contribuyen a esta condición.
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Sin tratamiento, puede evolucionar hacia complicaciones severas, incluyendo la esteatohepatitis no alcohólica, fibrosis y hasta cáncer hepático, recalca Healthline.
A menudo asintomática, la detección de la esteatosis hepática generalmente se realiza a través de estudios de imagen y análisis sanguíneos.
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¿El hígado graso puede doler?
La enfermedad del hígado graso, aunque no es directamente dolorosa debido a la ausencia de receptores de dolor en el hígado, puede manifestarse con molestias en el abdomen y la espalda.
Según información del sitio web Health, es común que los pacientes describan una sensación de plenitud o un dolor sordo en el cuadrante superior derecho del abdomen.
Aproximadamente un tercio de los afectados por esta condición reportan estas sensaciones, que en algunos casos pueden ser lo suficientemente intensas, como un dolor agudo que puede perturbar el sueño, precisa el portal ya mencionado.
Además del dolor, existen otros síntomas asociados con el hígado graso que deben ser motivo de atención médica.
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Estos incluyen fatiga crónica, debilidad generalizada, disminución del apetito, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), y la acumulación de líquido en las piernas y el abdomen, conocida como edema y ascitis respectivamente.
Estos signos pueden indicar una progresión de la enfermedad y requieren una evaluación clínica para un diagnóstico y tratamiento.
Por otro lado, la hepatitis, caracterizada por la inflamación del hígado, suele manifestarse con un dolor sordo en la parte superior derecha del abdomen.
Mientras que los quistes hepáticos normalmente no presentan síntomas; sin embargo, un aumento en su tamaño o cantidad puede provocar dificultad para respirar, indigestión, hinchazón abdominal o ascitis, y en raras ocasiones, hemorragia interna, señala Health.
Respecto al cáncer hepático, las molestias en la misma región abdominal pueden intensificarse conforme progresa la enfermedad.
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