Dormir generalmente se considera es esencial para el correcto funcionamiento del organismo, curarse, mejorar las funciones inmunitarias y el metabolismo.
Existen diferentes mínimos de horas necesarias para dormir, de acuerdo a la edad, aunque las necesidades de sueño varían significativamente entre individuos.
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Además de la edad, otros factores pueden afectar la cantidad de horas de sueño que se necesitan. Por ejemplo, la calidad es más importante que la cantidad; si el sueño se interrumpe con frecuencia, no se está durmiendo bien. Además, si se sufre de falta de sueño, aumenta la cantidad de horas de sueño que se necesita. A largo plazo, dormir de forma insuficiente se asocia con un mayor riesgo de padecer diabetes, problemas coronarios, obesidad, depresión, entre otras complicaciones.
En todo caso, las razones concretas por las que debemos dormir siguen siendo un misterio. “La función exacta del sueño todavía debe ser dilucidada”, indica a la BBC Erin Hanlon, profesor asistente del Centro del sueño, el metabolismo y la salud de la Universidad de Chicago. No obstante, dice que el sueño produce un “reinicio” de los sistemas de nuestro cuerpo.
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Grupo etario | Horas de sueño recomendada |
---|---|
Bebés de 4 a 12 meses | De 12 a 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas |
De 1 a 2 años | De 11 a 14 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas |
De 3 a 5 años | De 10 a 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas |
De 6 a 12 años | De 9 a 12 horas por cada 24 horas |
De 13 a 18 años | De 8 a 10 horas por cada 24 horas |
Adultos | 7 horas por noche o más |
La privación del sueño tiene efectos de inmediato sobre el organismo. Un estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, en EE. UU. indica que dormir seis horas es igual que no dormir.
En el estudio, publicado por la revista PubMed, se analizaron a 48 personas sanas, de entre 21 y 38 años. Divididos en cuatro grupos, el primero durmió ocho horas durante dos semanas; el segundo, seis horas durante dos semanas; el tercero, cuatro horas por noche durante dos semanas; el cuarto fue privado del sueño durante dos días.
El primer grupo rindió con más normalidad y los que durmieron cuatro horas fueron los que reaccionaron peor y de forma más rápida. En tanto que el grupo que durmió seis horas se desenvolvió aparentemente bien hasta el décimo día, luego su comportamiento cognitivo fue igual de pobre que el de los miembros del grupo al que no se había dejado dormir durante dos días, indicó el estudio.
Síntomas de la falta de sueño
Irritabilidad, malestar corporal, desánimo en el área afectiva, leves alteraciones de concentración y memoria en el área del rendimiento son los síntomas que se presentan entre las primeras 12 y las 24 horas sin dormir. Además, la habitual somnolencia.
La privación del sueño puede tener implicaciones directas en el cerebro, ya que el individuo se torna más lento, pudiendo provocar una alteración en el habla y dificultad para resolver problemas; páncreas, al repercutir en la forma de procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y, a la larga, favorecer la diabetes o un aumento de peso.
Así también, se afecta al corazón, ya que no dormir incrementa el ritmo cardiaco, aunque sin mayores consecuencias. No obstante, si se pasa muchos días sin dormir y se padece problemas cardiovasculares, existe riesgo coronario.
Buenos hábitos para dormir
Para tener un buen descanso lo mejor es seguir hábitos:
- Irse a la cama y despertar a la misma hora todos los días.
- Evitar la cafeína y la nicotina.
- Hacer ejercicio con regularidad.
- Evitar bebidas alcohólicas o comidas pesadas por la noche.
- No tomar siestas después de las 15:00.
- Tomar un baño de agua tibia antes de acostarse.
- Leer un libro o escuchar música suave. (I)
Fuentes: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. | Infosalus | Agencia Sinc | Mayo Clinic