Un temor válido de quienes guardan grabaciones caseras en pareja es que por un error de seguridad, un delito o por mala intención, su video salga de la intimidad para la que fue creado. Allí vienen los problemas que pueden llegar a esferas legales.
Si a pesar del potencial riesgo de que su video en pareja termine difundido entre sus conocidos o en las redes sociales, la idea de grabarse le sigue pareciendo atractiva, la psicóloga y sexóloga Grecia Valarezo recomienda las siguientes estrategias.
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- Si uno de los dos no está de acuerdo, no insista ni trate de persuadir. “En la sexualidad todo es consensuado”.
- A continuación, establezca límites claros antes del acto sexual. Es decir, qué le gustaría hacer y qué no. Y nuevamente, con el consentimiento de las dos partes.
- Para protegerse contra la pérdida de privacidad o la explotación de sus videos, es preferible alojarlo en la nube, bien protegido, con una contraseña que solo los dos sepan, sugiere la experta consultada. “Así evita tenerlos en los dispositivos que usa a diario y que puede caer en cualquier mano”.
- El psicólogo y sexólogo Rodolfo Rodríguez sugiere utilizar cámaras que no tengan conexión a internet, que no tengan una cuenta activa en el celular de Google o alguna otra fuente. Que el dispositivo escogido sea empleado solo para esos fines y asegurada con claves o aplicaciones que les permitan ocultar esta información.
¿Valen la pena los riesgos de grabarse en pareja?
Hay parejas que borran el contenido una vez que ven sus proezas en la cama. Hay otras que lo guardan en una nube a la que solo ellos dos tienen acceso. Lo cierto es que ni eso protegió del escándalo a Ladera y Beéle. Para la terapeuta Valarezo, la divulgación de videos íntimos es violencia sexual.
“Los riesgos son muchos. Primero que nada está el riesgo de perder el control y la capacidad de mantener algo tan íntimo de manera privada y que al filtrarse sea consumido por los círculos cercanos a la pareja: familia, social, trabajo”, explica por su parte Rodríguez.
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En ese sentido, alienta a realizar los acuerdos previos “con cabeza fría”. Casi como al firmar el contrato más importante de su vida. “Revisar todos los puntos bajo los cuales se va a realizar, parámetros de seguridad, privacidad, confidencialidad, qué canales se van a utilizar, dónde va a ser almacenado ese contenido”.
Gran parte de la población todavía cree que la sexualidad y la conexión en una relación con otra persona se pone a prueba en el coito, sexo oral, vaginal o anal, posiciones. Y es no hay nada más falso que eso.
Rodolfo Rodríguez
Para esta actividad asuma que el celular no es una fuente segura. Se lo roban, se pierde, se lo hackean. Entonces, la pareja también debería discutir el grado de afectación que puede tener si el video se filtra por los motivos mencionados.
“No es lo mismo un común civil, que una persona en medios de comunicación, político, una famosa”, aclara el sexólogo. Pero el daño es el mismo y afecta más a la mujer que al hombre. ¿Acaso recuerda las parejas con las que estaban Paris Hilton y Kim Kardashian en sus videos filtrados?
Y todos los acuerdos entre los que acceden a la grabación deben quedar por escrito, sentencia Rodríguez.
“No acuerdos verbales. Por escrito, revisados, editados y que luego puedan seguir llevándose a cabo. Esa es la manera que usualmente se debería hacer. Muchas parejas mencionan que han llegado a un acuerdo, pero nunca lo han hecho de una manera tangible y que les permita hacerlo con seguridad”.
Incluso agregar una cláusula si se da una separación o un divorcio, para que dicho contenido sea eliminado completamente para evitar problemas legales a futuro.
Sin acuerdos, como pasa en la mayoría de los casos asegura Rodríguez, pueden llegar los arrepentimientos posteriores, que merman la autoestima. “En este caso, sobre todo en Latinoamérica, afectan mucho a la mujer. Sea o no sea famosa, ¿por qué? Porque soslaya y lastima mucho en aspectos de su sexualidad. Todavía se cree que el hombre es el que manda y la mujer es la sumisa o la que debe dejarse llevar".
Además, agrega, el varón es enaltecido, se empodera más. Aunque últimamente también está siendo criticado, en cuanto al tamaño del pene y a su desempeño. Es un giro reciente. Definitivamente trae problemas en la persona y afecta luego a la pareja.
¿Tiene alguna función en el mejoramiento de la vida sexual?
Rodríguez puntualiza que, en definitiva, no recomienda esta práctica con fines terapéuticos.
“Los parámetros a seguir son bastante exigentes, no son imposibles de hacer por si acaso, pero no es una forma que recomendamos por lo general a las personas para hacer algún tipo de de terapia. Lo que se sugiere es que si la persona utiliza este tipo de recursos bajo los parámetros estrictos de seguridad, confidencialidad y demás, es que simplemente sea utilizado como una forma lúdica de entretenimiento de la pareja, de autoerotismo inclusive para que puedan mantener ese tipo de registros como algo privado, como cuando coleccionan juguetes sexuales, fotos, lencería”.
Tampoco lo ve como una herramienta a promover para explorar la intimidad o la conexión de una relación. “Gran parte de la población todavía cree que la sexualidad y la conexión en una relación con otra persona se pone a prueba en el coito, sexo oral, vaginal o anal, posiciones. Y es no hay nada más falso que eso. Realmente la forma de poder explorar esta intimidad y conexión está en el sexo fuera de la cama: la comunicación, los acuerdos, el respeto, los proyectos de vida que tiene las personas, que los conlleva posteriormente a compartir la intimidad, a compartir una vida en pareja, compartir una familia, tener hijos, a envejecer juntos. Entonces, eso es lo que realmente forma la base y permite una verdadera conexión”.
Estamos en la era Only Fans, en la que hay mucha exhibición de cuerpos con monetización. Muchas personas lo adoptan, se desensibilizan o se habitúan a que esto es una práctica común.
Diego Guaranda
El psicólogo y sexólogo Diego Guaranda opina que en el área de sexología se trabaja mucho en el paso del tiempo. “El acto sexual se vuelve muy mecánico, en el mismo lugar, las mismas posiciones, el tiempo puede ser menor, puede ser mayor. En eso radica que la pareja vaya perdiendo el deseo de experimentar. Usualmente para prevenir que la relación “se enfríe” o que la frecuencia de las relaciones sexuales disminuya, se accede a otras prácticas: juguetes sexuales, estimulantes, un libro que ayude con el tema de las posiciones, los juegos de roles, la masturbación, comportamientos nuevos incorporados aumentar el deseo, el placer y salir de la rutina”.
Pero aclara que las grabaciones no caen en la categoría de los juguetes sexuales por una razón: la conectividad.
“Ha ido avanzando el nivel de vulneración a la privacidad y de los datos personales. Usted entra a un sitio durante una búsqueda en internet y le concede permisos de almacenamiento, de cámara, de micrófono. Tiene que ser consciente del riesgo: no necesariamente su pareja lo puede filtrar, sino que el contenido puede quedar expuesto al conectarse a una red pública, al subirlo a la nube o en una vulneración de contraseñas”.
¿Y si es la pareja quien lo divulga? Guaranda reconoce que lo más común es que haya una intención de hacer daño, sea después de una separación conflictiva, de una infidelidad o por ciertos rasgos de personalidad del que filtra.
¿Que alguien proponga filmarse es una ‘red flag’?
Guaranda aborda esta pregunta dando contexto: “Aquí viene un factor muy interesante desde la perspectiva socio-histórico-cultural. Estamos en la era Only Fans, en la que hay mucha exhibición de cuerpos con monetización. Muchas personas lo adoptan, se desensibilizan o se habitúan a esto como una práctica común. El que piensa que no está mal grabarse, disfrutarlo luego del acto, tener un recuerdo o por una tendencia exhibicionista, no lo va a ver negativo (que le pidan un video)”.
Sin embargo, quien tenga el concepto de que esta exposición denigra en medio de un acto muy íntimo (“hay personas que no lo llevan todo al deseo sexual, sino al compromiso, la pertenencia y el amor”), entonces la connotación que le dará será de ‘red flag’.
Si alguien no quería pero terminó cediendo por la presión del otro, se levanta otra bandera roja. Si lo hizo por temor a que la dejen o la traicionen. “Cuando antepongo lo que siente la otra persona a lo que yo puedo sentir, porque no quiero perder ese vínculo”.
Y es más alarmante aún si en medio del acto sexual, uno pone la cámara o deja su celular encendido.
Cómo manejar la filtración de un contenido íntimo
Cuando algo tan íntimo, tan privado, es filtrado y compartido, marca un antes y un después, social, cultural, política económica, laboralmente para las personas involucradas. El hecho puede potenciar situaciones en su vida, o por lo contrario, apagarlas, ilustra Rodolfo Rodríguez.
“Potenciar, ejemplo, que la industria porno te llame, que salgas en programas de farándula, prensa rosa”, comenta el especialista.
Se sugieren procesos individuales de terapia psicológica, para trabajar en las consecuencias en la autoestima, en la parte afectiva.
Rodolfo Rodríguez
Por otro lado, un perfil de una mujer respetada, de un buen cargo, que pierda su trabajo, sea desvinculada o ya no sea contratada por el escándalo de los videos sexuales y asuntos personales, que crucen con políticas de algunas empresas conservadoras, es algo que sí ocurre, sostiene Rodríguez.
“Tiene doble filo la grabación (de videos sexuales) con las consecuencias descritas. Realmente no es algo que sume, cuando no ha sido hecho con los acuerdos pertinentes”.
Recuperarse de un revés como este va a exigir mucho del nivel de afrontamiento y resiliencia, así como del impacto que haya tenido la agresión. “Se sugieren procesos individuales de terapia psicológica, para trabajar en las consecuencias en la autoestima, en la parte afectiva. Pueden aparecer síntomas depresivos, ansiosos, de estrés agudo o estrés postraumático”.
Y como las vulneraciones no solo les ocurren a las parejas formales o adultas, Guaranda llama a los padres y maestros a capacitarse para poder enseñar prevención a los niños y adolescentes. “Antes que la intervención siempre va a ser la prevención. En una filtración se tiene que trabajar las consecuencias emocionales, pero va a ser un factor significativo para el adolescente, su familia y las personas afectadas. En cambio, desde la concienciación, nosotros, padres, maestros, educadores, psicólogos, debemos enseñar sobre las consecuencias”, que producen un completo cambio de estilo de vida, de institución, de comunidad. “No es una campaña de una hora en el año, sino una práctica continua; los adolescentes se inician en la vida sexual de forma precoz, antes de los 15 años”. (F)