Resulta ser muy curioso cómo los perros se comunican con los humanos, en especial cuando involucran sus sentidos como la vista, el olfato y el oído. Lo cierto es que los expertos en etología canina explican que nuestros fieles amigos poseen una sensibilidad auditiva que les permite escuchar sonidos que se producen a una distancia cuatro veces superior a la distancia en la que nosotros podemos percibirlos. Por esta razón, un perro se acerca a la puerta de casa a recibir a su propietario, aún cuando éste quizá ni siquiera ha estacionado el carro.

Esto sucede porque el perro puede memorizar y reconocer el sonido particular del motor de un automóvil, de unas llaves o los pasos de quienes conviven con él, incluso a un kilómetro de distancia.

El sentido del oído en los perros supera con creces al oído humano y esto se debe a la capacidad que tienen para percibir las ondas sonoras de alta frecuencia. Para hacer una semejanza, la audición humana se encuentra en un espectro que va de 20 a 20.000 hertz (Hz), mientras que la del perro se sitúa entre 20 y 65.000 Hz. Esto significa que la capacidad de los perros para percibir sonidos de alta frecuencia (muy agudos) supera en 225% a la del hombre.

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En cambio, cuando se trata de frecuencias bajas (sonidos graves) la audición entre perros y humanos es similar. El oído en el perro es el segundo sentido más desarrollado en la especie, después del olfato (que alcanza un área de 150 centímetros cuadrados y supera 100 veces al olfato humano) y, gracias a su morfología auricular, poseen una gran capacidad para localizar el origen del sonido.

Producto de la evolución

La agudeza del oído en nuestros fieles compañeros de cuatro patas es heredada de los lobos, ancestros de los perros domésticos, los cuales desarrollaron su audición para sobrevivir en estado salvaje: gracias a su capacidad para escuchar son capaces de localizar más fácilmente sus presas para poder alimentarse. Basándose en esta particularidad del oído canino, existen silbatos de ultrasonido para el entrenamiento profesional, los cuales emiten tonos que aunque no pueden ser escuchados por los humanos sí que son útiles a la hora de llamar la atención de un perro.

La cualidad auditiva especial de los perros explica que a veces un perro ladre o se muestre inquieto sin una razón aparente. Nosotros no percibimos nada, no vemos nada, y unos minutos más tarde alguien llama a la puerta. Es increíble la capacidad de nuestros amiguitos de cuatro patas. (I)