Lo primero que un niño aprende es a expresar sus emociones, afirma la psicóloga Inés Cobo de Gilbert. Ella indica que una emoción mal gestionada en la primera infancia puede desencadenar una respuesta conductual muy difícil de manejar en el futuro. “Hay más de 350 emociones estandarizadas, pero a un niño (pequeño) yo le digo ‘tristeza’, ‘alegría’, ‘asco’, cosas muy puntuales y fáciles de diferenciarlas, para que las pueda identificar, expresar y gestionar”, indica.