La escena fue Cali durante la COP16. Allí, entre conversaciones sobre biodiversidad y futuro del planeta, apareció Bachué Sportswear, la nueva marca de ropa deportiva sostenible creada por la colombiana Andrea Petro.

Sus prendas nacen de materiales reciclados y llevan consigo la huella de las comunidades artesanas con las que Andrea decidió trabajar para unir moda, tradición y justicia social.

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El nombre no es casual: Bachué, madre de la humanidad en la mitología muisca es un recordatorio del poder creador y del respeto por la tierra. Es economista y magíster en Comercio Internacional, habla tres idiomas y piensa en varios frentes a la vez: sostenibilidad, impacto social, moda y educación.

Aunque es hija del presidente colombiano, Gustavo Petro, ha construido este proyecto de forma independiente, movida por una convicción personal: la ropa puede ser mucho más que una prenda, puede ser un mensaje.

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“Bachué viene de las oportunidades que vimos en unos estudios de mercados que hicimos en Latinoamérica, de ver que nosotros mismos éramos capaces, de ver que había proveedores reciclando este PET en playas, ríos y mares colombianos”, dice.

Influencia para cambiar al consumidor y al mercado

La economía circular es la base de este proyecto. “Básicamente, una botella u objeto de plástico lo trituras y lo calientas y de ahí viene el upcycling (proceso de transformar materiales en artículos de mayor valor, calidad o utilidad), que es regenerar una nueva tela, un nuevo hilo de esa fibra plástica”, explica.

Este material que se obtiene a raíz del upcycling puede mezclarse con otros componentes como el elastano, para las licras –detalla– o se recicla al cien por ciento para crear una nueva tela.

“De ahí viene el concepto del diseño de la prenda, en la que debes prever no tener desperdicios o volverlos a reciclar o acondicionar para crear una nueva prenda”, refiere sobre el proceso creativo en el que además se piensa en la sustentabilidad.

Andrea nos comparte también en cifras cómo se crea cada prenda. Para un top básico, de la marca, se reciclan en promedio catorce botellas; en un short se emplean en cambio alrededor de 28 botellas plásticas. Por su parte, “en un conjunto completo, de leggins y de top, vamos a reciclar aproximadamente 60 botellas plásticas”, explica sobre los ítems que integran su colección.

Bachué, recalca, es una propuesta de moda que puede educar y empoderar. Actualmente tienen tops, leggins y shorts, así como la oferta de diseños para hombres, con seis colores disponibles. Por el momento no cuentan con chaquetas o buzos.

“Queremos hacer también una línea completa unisex para que sea inclusiva. Sabemos que la morfología de la mujer requiere una moldería, al igual que el hombre, que se respetará, pero queremos hacer unas cápsulas temporales para la comunidad LGTBQ+ para que tenga una línea adaptada a sus necesidades”, indica sobre sus próximos lanzamientos.

Los diseños de Bachué están disponibles en tallas desde la XS hasta la XL y prevé ampliarlas a XXL. Por el momento, los envíos de la colección se mantienen a nivel nacional (en Colombia), aunque señala que el 60 % de los pedidos que reciben son a nivel internacional, en específico hacia Europa. “En Venezuela, México, Ecuador y Bolivia nos han pedido nuestras prendas, nos tocó internacionalizarnos cuando no nos lo esperábamos”, admite.

Empresa en expansión

“En este primer emprendimiento que arranco como empresaria queremos ser una multimarca, pero que Bachué sea la base. No solo en la moda sostenible, queremos trabajar con otras fundaciones latinoamericanas e involucrar a otros sectores de la moda”, revela sobre su visión de creación con conciencia ambiental.

Aclara además que a través de Bachué y sus diseños quiere que el consumidor comprenda que no está comprando un producto usado. “Quiero que se sienta orgulloso de lo que está usando, que tenga conciencia del impacto que está creando al vestirse de forma consciente, al darle una visibilidad a la fat fashion y al impacto que le hace al planeta”, argumenta.

El ciclo de vida de cada prenda depende de cada usuario. En Bachué, incluso, receptan las prendas para reciclarlas y que tengan un nuevo ciclo. (I)