Después de estar casi 21 años en el espacio, un satélite viejo de la NASA se estrellará mañana contra la Tierra. Se trata del Generador de imágenes espectroscópicas solares de alta energía Reuven Ramaty (RHESSI), que pesa 600 libras y tiene 1 en 2,467 posibilidades de matar a alguien en su regreso a la Tierra.

Según la agencia espacial de Estados Unidos, el satélite fue lanzado al espacio en el 2002 para observar erupciones solares y eyecciones de masa coronal desde su órbita terrestre baja. Los científicos dejaron de poder comunicarse con RHESSI en el 2018, por lo que fue dado de baja en ese año.

A menos de un día de su caída a la Tierra, la NASA aún no sabe dónde se estrellará el satélite, pero sí estiman su probabilidad de herir a alguien. Un cálculo con datos de los Centros para el Control de Enfermedades muestran que las probabilidades de ser atropellado por un automóvil en Estados Unidos son de aproximadamente 1 en 4292, lo que vuelve más probable ser impactado por el satélite que por un vehículo.

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Cómo funcionaba el satélite

El RHESSI fue lanzado a bordo de un cohete Pegasus XL de Orbital Sciences Corporation el 5 de febrero, hace más de dos décadas, con el objetivo de obtener imágenes de los electrones de alta energía que transportan una gran parte de la energía liberada en las erupciones solares.

Antes de la creación de este satélite no se habían tomado imágenes de rayos gamma o rayos X de alta energía de las erupciones solares. Pero desde que llegó al espacio, registró más de 100.000 eventos de rayos X durante el mandato de su misión, lo que permitió a los científicos estudiar las partículas energéticas en las erupciones solares.

El generador de imágenes ayudó a los investigadores a determinar la frecuencia, la ubicación y el movimiento de las partículas, lo que les permitió comprender dónde se aceleraban las partículas. (I)