Los mercados de carbono (figura creada en 1997 en el Protocolo de Kioto) son considerados como parte de la solución al cambio climático. En su mayoría son gestionados por el sector privado, pero esto cambiaría pronto, revela un reciente informe publicado por el Banco Mundial. Chile, Ghana, Jordania, Singapur y Vanuatu ya están desarrollando infraestructura para respaldar su participación en los mercados internacionales donde se pueden vender y comprar bonos de carbono (mecanismo internacional para reducir emisiones contaminantes) y así obtener financiamiento verde.

En la última cumbre climática celebrada en Glasgow, Escocia, se aclararon los parámetros de transparencia de esta figura, ya que antes había desconfianza debido a que cada país tenía la potestad de establecer sus marcos normativos. Ahora hay un sistema de transparencia estándar. En Ecuador, el mercado de carbono todavía está en construcción. Tener un inventario nacional de emisiones, registros de mitigación de las reducciones, un sistema para saber con claridad cómo se desarrolla y a qué se destina el financiamiento climático, y un sistema para detallar las inversiones realizadas en adaptación al cambio climático son algunos de los requisitos.

¿Cuál es la importancia de obtener la certificación de carbono neutro para las empresas ecuatorianas?

Si no existe este marco, los compradores de bonos no querrán invertir, ya que no hay confianza en la información que está generando”, dijo Karina Barrera, subsecretaria de Cambio Climático, en un reciente conversatorio organizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Cámara de Comercio de Quito, Ministerio del Ambiente e Ichthion, donde se trató los desafíos y oportunidades de los bonos de carbono en el país.

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Los retos más complejos son el alineamiento de estrategias subnacionales y privadas hacia estrategias nacionales, recursos financieros y la integración de sistemas de información.

Además, hay que combatir el “canibalismo” que no aporta a los objetivos climáticos, aseguró Barrera: “Lo que está pasando en Ecuador es que hay un montón de empresas que se están acercando, por ejemplo, a los pueblos y nacionalidades indígenas para realizar transacciones propias (de compensación), pero a nivel internacional se establece que son los Estados los que establecen las reglas del juego y estas reglas no están definidas en el país y cualquier cosa que suceda fuera de las reglas no es legal”.

Colectivos ambientales rechazan la figura de mercado de carbono, ya que afirman que lo único que busca es que las empresas paguen por contaminar más. Foto: Archivo

Desde el sector empresarial ecuatoriano se indica que para compensar su huella de carbono el “único” camino que tienen actualmente es la “compra” de bosques para su conservación y esto tiene un límite, y cuando quieren comprar bonos lo deben hacer en mercados de otros países, dice Jorge Rosero, miembro de Constructores Positivos.

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Conservar en otro lado cuando Ecuador tiene un grave problema con la deforestación. El pedido es que se desarrolle legislación rápido para conservar en el país, aunque tenemos reparos a la figura de mercados de bonos porque en países como Italia eso se ha convertido en una mafia”, dice.

Barrera indicó que para evitar casos como el italiano se debe analizar bien la figura y por eso el proceso es lento en el país. Confirma que hay empresas locales que están “compensando”, a través de bonos, en continentes como África.

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En viviendas, edificios, empresas y hasta en centros comerciales se pueden instalar sistemas de energía solar en Ecuador y dejar de contaminar

Aunque invitó a las compañías nacionales a empaparse más de iniciativas como el Programa Ecuador Carbono Cero (PECC) donde hay un portafolio de proyectos (que aún se sigue estructurando) que se pueden apadrinar para aumentar la compensación de carbono. Para septiembre se prevé terminar la “norma de compensación” y las empresas ya podrían elegir los proyectos.

Organizaciones como Acción Ecológica rechazan al PECC y lo catalogan como “un programa ambientalista de mercado que configura la compraventa de certificados de reducciones bajo el principio de pagar para contaminar”. También critican la creación del mercado de carbono en Ecuador y en el mundo, ya que gira en “mecanismos de mercado”.

Pese a que el mercado de carbono todavía no se estructura, Ecuador sí ha aprovechado el financiamiento verde, en especial el mecanismo REDD+. De ese programa se desprenden iniciativas como PROAmazonía, REM Ecuador, Proyecto Pago por Resultados. Se han movilizado 103 millones de dólares desde el 2017. (I)