Un fósil de reptil excavado en Alemania llena un vacío crucial en el registro fósil justo antes de la extinción masiva del Pérmico final, la más catastrófica en la historia de la Tierra.
Datado en 255 millones de años y descubierto en la década de 1990, el fósil ofrece nuevas perspectivas sobre la historia evolutiva temprana de los arcosauromorfos, y se ha publicado en la revista Journal of Systematic Palaeontology.
El relleno de la fisura de Korbach del Pérmico superior, en el norte de Hesse, representa una localidad fósil única, que ofrece una ventana excepcional a los ecosistemas continentales de tetrápodos de bajas paleolatitudes (20° N) justo antes de la extinción masiva del Pérmico final. Korbach es conocido por la hiperabundancia de Procynosuchus, pariente temprano de los mamíferos, el llamado Teckel de Korbach, detalla Europa Press.
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Sin embargo, los científicos han descrito una especie de reptil arcosauromorfo previamente desconocida basándose en una única vértebra cervical bien conservada hallada en el relleno de la fisura de Korbach. El fósil presenta características anatómicas distintivas que llevaron a los investigadores a designarlo como el holotipo de un nuevo género y especie: Manistropheus kulicki.
“Este descubrimiento es especialmente significativo porque los arcosauromorfos del Pérmico son extremadamente raros, con solo cinco especies previamente reconocidas de ese período”, afirma en un comunicado el Dr. Martín Ezcurra, autor principal del estudio. “Manistropheus kulicki nos ofrece una visión más clara de la diversidad que ya tenía este grupo antes de la extinción masiva”.
La vértebra se caracteriza por un centro alargado en forma de paralelogramo y una depresión semilunar única lateralmente y cerca del borde anterior de la vértebra, que también da nombre al nuevo género (del nórdico antiguo Máni, la personificación de la luna en la mitología germánica, y del griego stropheus, vértebra).
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Por lo tanto, el espécimen muestra similitudes con los primeros arcosauromorfos, pero también características distintivas no observadas en otros diápsidos conocidos del Pérmico-Triásico. Un análisis filogenético exhaustivo sitúa a Manistropheus kulicki en la base de Archosauromorpha, lo que sugiere que fue uno de los primeros miembros de este importante linaje de reptiles.
El estudio también utilizó análisis de diversidad morfológica para evaluar la variedad en las vértebras del cuello a lo largo del tiempo. Los resultados indican que los arcosauromorfos ya eran morfológicamente diversos antes de la extinción, y que la anatomía de su cuello se diversificó rápidamente a principios del Triásico, más rápido que otras partes del esqueleto, según investigaciones previas.
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“Este fósil no solo revela una nueva especie, sino que también respalda la idea de que existió una diversidad ‘críptica’ de arcosauromorfos en el Pérmico”, señala el profesor Hans-Dieter Sues, del Instituto Smithsonian, líder de las excavaciones en la fisura de Korbach en la década de 1990 y coautor del estudio. (I)