En la reciente Feria Internacional del Libro de Guayaquil hubo espacios dedicados a revisar y comentar la trayectoria literaria de escritoras ecuatorianas. Una de las mesas se centró en Aminta Buenaño (Santa Lucía, 1958).

Esta narradora publicó su primer libro, La mansión de los sueños, en 1985. Empezó a escribir desde pequeña, primero poemas, y hacia finales de la década de los 70, cuentos. Con el texto Mamaisaura ganó en 1979 el Primer Premio Internacional de Cuentos Jauja, de Valladolid, y en el mismo año obtuvo el segundo lugar en el Concurso Ciudad de San Sebastián. Ambos galardones en España, país en el que residió cuando tenía 19 años.

La producción literaria de Buenaño abarca tres libros de cuentos: el ya mencionado La mansión de los sueños, en el que incluye sus cuentos premiados; La otra piel, de 1992, y Mujeres divinas, de 2006. Los tres cuentarios se recogen en la antología Virgen de medianoche y otros relatos, que se publicó en 2009. En 2011 vio la luz su novela Si tú mueres primero, de la que en 2017 salió una edición cubana. Y en 2017 publicó en Nicaragua el libro de microrrelatos Con (textos) fugaces.

También columnista de opinión y docente universitaria, ha publicado los libros de periodismo literario El discreto encanto de lo cotidiano y Declaración de amor a Guayaquil, así como los ensayos Fórmulas dialectales del Ecuador y Darío en el Ecuador de mi memoria.

Esta escritora ha perseverado en el cuento. El grueso de su producción se inserta en este género. Pero ¿de qué hablan sus cuentos? Al menos en los dos primeros libros hablan de los dolores, de los asombros cotidianos, de la vida difícil que les ha tocado en suerte a sus personajes, casi en su totalidad pobres, sin instrucción. En su mayoría mujeres, quienes batallan para sobrevivir y son víctimas de la estructura machista en sus familias y en el entorno donde se desenvuelven. En Mujeres divinas, las protagonistas son mujeres de clase media, algunas con estudios. Sin embargo, están todavía entrampadas en las formas de educación que recibieron. Y en Con (textos) fugaces, la más reciente publicación de la autora, encontramos microcuentos, historias contadas en poquísimas palabras. (O)