Quizá muchos recuerden las imágenes que se transmitieron por televisión el día que anunciaron el Premio Nobel de Literatura 2007 para la escritora británica Doris Lessing. La Academia Sueca no pudo avisarle del galardón porque ella no estaba en casa. Y cuando la autora, una anciana de 88 años, volvió a su vivienda, se encontró con decenas de periodistas que la esperaban y que le formularon toda clase de preguntas.