Fátima García con su madre y una tía usaban las manos y martillos para extraer la carne de un combo de cangrejos criollos que degustaron, junto con un arroz marinero, en el local Leíto, en la avenida Barcelona. Ellas planearon esa salida para adelantarse a la veda del crustáceo, que esta vez será del 15 de agosto al 30 de septiembre

“A mí me encantan comer, por lo menos una vez a la semana, un mes y medio es bastante, toca comer jaiba o camarón, aunque no es lo mismo”, dijo Fátima, mientras degustaba estas opciones que estarán con restricciones en el próximo mes y medio.

Debido al periodo de prohibición de captura, comercialización y consumo, los locales y cangrejales que ofrecen el crustáceo tendrán que variar su oferta y barajan alternativas de trabajo.

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Ante esta situación, los cangrejales y negocios dedicados a ofrecer el crustáceo buscan alternativas para sobrellevar la caída de la concurrencia de personas debido a la restricción de venta de preparaciones hechas en base del crustáceo.

Fanny Gordillo, representante del Cangrejal D’ Leíto, ubicado en el oeste, mencionó que continuarán la atención al público aunque con otras opciones de platos a la carta y la puesta de combos que regularmente tenían con el cangrejo, pero ahora llevarán jaiba.

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“Los platos a la carta: arroz con camarón, ceviche, marineros sin cangrejos, filetes, corvinas, todos los mariscos”, dijo la señora, al enlistar las opciones disponibles al público. A su vez, precisó que los platos en los que reemplazan las jaibas por cangrejos se ajustan las porciones al mayor precio que se vende esta opción disponible por estos días de veda.

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“(Sobre la extensión de veda) a nosotros no nos conviene, antes era un mes y nos afectaba, ahora es mes y medio, pero tenemos que seguir trabajando con los platos para en algo solventarse

Fanny Gordillo, Cangrejal D' Leíto

Ella dijo que la atención también sufrirá modificaciones a diferencia de otros periodos regulares, ya que incluso la asistencia de clientela disminuye al menos en un 50 %. En su sede principal se mantendrá la atención de todos los días, mientras que en las otras tres sucursales, de Durán, av. Rodríguez Bonín y Miraflores, abrirán solo los fines de semana (viernes a domingo).

Del 15 de agosto al 30 de septiembre se aplicará la restricción de captura y comercialización de cangrejo por veda. Foto: El Universo

“La jaiba es para pasar, casi no consumen. Se vende, pero no como el cangrejo; se vende para seguir y no cerrar mes y medio; eso es pérdida”, dijo Gordillo. En ese lapso, asimismo, este negocio contará con la mitad del personal y rotará empleados para darles semanas de vacaciones.

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En el tradicional cangrejal Ochipinti, con dos sedes en el sur y norte, tienen actividades parecidas por estos 45 días que el cangrejo saldrá de las mesas. Esther Briones, representante del negocio, contó que han tratado de incrementar opciones de platos con otros mariscos para quienes buscan alternativas distintas al cangrejo y ahora, por el periodo de veda, tendrán principalmente a la jaiba por unidad y con arroz.

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Entre esas apuestas distintas, en ese local tienen el plato salpicón, que lleva una salsa especial revuelta de pulpo, calamar y concha, y además camarones apanados, con salsa de guacamole y dos canastas.

Al igual que D’Leíto, en Ochipinti reducirán las jornadas laborales para trabajar de jueves a sábado, de 14:00 a 22:00, a diferencia de los periodos regulares que tienen de 12:00 a 23:59, tanto en el local como en servicio a domicilio, en los dos locales de la calle Los Ríos entre Pedro Pablo Gómez y Ayacucho y en Sauces 6. También buscarán dar vacaciones al personal.

En este lapso, Briones dijo que los ingresos servirán básicamente para cubrir gastos de servicios básicos y sueldos, ya que de todas maneras el consumo de jaiba es sumamente menor al del cangrejo.

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“La afluencia no es la misma que cuando hay la venta del cangrejo. La jaiba es algo que apetece por curiosidad, es reducida la venta, no tanto como que ese deseo del cangrejo. Vamos a sacar fuerza y tratar de ofrecer otros mariscos para mantener a nuestros empleados y ayudarlos”, dijo.

Ella dijo que cada año los periodos de veda golpean las ventas, las cuales tratan de sobrellevar con lo obtenido en los meses de mayores ventas, como el inicio de año. Sin embargo, esta vez tendrá más complicaciones para cubrir los gastos, debido a que en ese periodo considerado de buenas ventas, la llegada de clientes también estuvo reducida por efectos de seguridad y temporal invernal.

La familia García disfrutó de cangrejos en el cangrejal D' Leíto, el pasado lunes. Foto: El Universo

En el barrio Centenario, Tayron Martínez, del Cangrejo Real, expuso que en estos últimos días antes de la veda han promocionado algunos combos para atraer a los comensales que gustan del crustáceo. A diferencia de otros años, esta vez él dijo que conocen la tendencia a la baja de clientes, por lo que dejarán cerrado el local un mes aproximadamente.

En esas cuatro semanas, él contó que se dedicarán a dar un mantenimiento completo al local, con limpieza profunda, remodelaciones, equipamiento, pintura, mantenimiento a los equipos de la cocina, entre otras actividades.

“La veda sí nos afecta inmensamente, es un mes en el cual el restaurante no cumple objetivos de venta para poder pagar arriendo, luz, empleado, como personas de negocio tratamos de ir ahorrando meses anteriores para cubrir este periodo”, dijo.

A partir del 1 de octubre, los representantes de los locales esperan que los negocios retomen el alto flujo de comensales, especialmente a partir de la tarde y noche, cuando salen de los horarios de oficina. Asimismo, ese día, los capturadores y comerciantes retoman la oferta y venta en los mercados tradicionales, sobre todo en el mercado Caraguay, en el sur. (I)